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Llamazares impide el pacto 'in extremis' con CiU para la reforma constitucional

CiU, PNV e IU decidieron no votar y la izquierda nacionalista abandonó la sala. PP, PSOE y UPN aprueban la reforma por 316 votos a favor.

El Congreso de los Diputados ha aprobado la reforma constitucional que permitirá limitar el déficit gracias a 316 votos, de PSOE, PP y UPN. Tan sólo hubo cinco votos en contra de la reforma: los de Coalición Canaria, el de Rosa Díez y el de dos socialistas, entre los que se encontraba Antonio Gutiérrez y José Manuel Bar Cendón, éste último porque se equivocó al votar.

A los dos socialistas habría que sumar otros tres diputados del PSOE, que han decidido ausentarse del hemiciclo -José Antonio Pérez Tapias, Manuel de la Rocha y Juan Antonio Barrio de Penagos- en disconformidad con el contenido de la reforma, por lo que en total cinco diputados socialistas no han apoyado la reforma constitucional.

Tras superar los votos las tres quintas partes de la Cámara, necesarios para la aprobación, la reforma de la Constitución pasa ahora al Senado donde tendrá que volver a ser refrendada.

Durante todo el día se venía especulando sobre la abstención de los nacionalistas catalanes pero Gaspar Llamazares boicoteó con su veto el acuerdo de última hora alcanzado entre PSOE, PP y la propia CiU, lo que provocó el rechazo de las enmiendas que habían presentado los de Duran Lleida y que éstos decidiesen no ejercer su derecho al voto, al igual que el PNV y el propio Llamazares, único representante de IU.

Mientras tanto, la izquierda nacionalista, formada por BNG, NaBai, ERC e ICV, abandonó la sala antes de la votación tras unos momentos de tensión con el presidente del Congreso, José Bono, así como varios diputados socialistas críticos que también abandonaron el hemiciclo.

El que no abandonó su escaño fue Gaspar Llamazares, que se quedó en el interior de la sala con la única intención de boicotear el acuerdo de PP-PSOE con CiU mediante el veto de dos enmiendas transaccionales. "Me he ido en espíritu con mis compañeros, y he dejado mi cuerpo para vetar las transacciones de PPSOE y CiU en justa correspondencia", ha afirmado en su cuenta de Twitter.

José Luis Rodríguez Zapatero ha sido claro al achacar al propio Llamazares que no haya sido posible un acuerdo final con CiU para la reforma de la Constitución que ha aprobado la Cámara Baja. "Ese ha sido un problema de Gaspar Llamazares", dijo el presidente del Gobierno a la salida del Congreso.

"El acuerdo nos hubiera gustado"

En la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros y la votación en el Congreso, José Blanco ha asegurado que la desbandada de los socialistas y la polémica con Llamazares demuestra que "nuestra democracia está viva y es real".

El portavoz del Gobierno también habló sobre el intento de acuerdo hasta el último minuto con CIU y que intentaron un "acercamiento" a los nacionalistas catalanes que no pudo materializarse "por el veto de IU" aunque especificó que la aprobación de las enmiendas transaccionales no hubiera supuesto que CiU hubiera votado a favor de la reforma. "El acuerdo nos hubiera gustado", aseguró Blanco, que añadió que "lo hemos buscado pero al final no ha sido posible" y aclaró que "ya no veo ámbitos para llegar a un acuerdo".

"PP y PSOE expropian la democracia"

Una de las más críticas ha sido Rosa Díez, que en su turno de intervención acusó al "grupo PP-PSOE de expropiar la democracia". Así, acusó a ambas formaciones de "manosear" la Constitución para su uso particular. "Iremos al TC para pedir amparo en defensa del derecho a la participación política".

La representante de UPyD llegó a calificar a PP y PSOE de ser como "la Visa y la MasterCard, valen para lo mismo aunque tengan un valor distinto", y acabó su alegato pidiendo una reforma más profunda de la Constitución para "proteger la democracia del PP-PSOE".

CiU se siente "agredida"

El diputado de CiU Josep Sánchez Llibre ha dicho que la reforma de la Constitución que hoy saldrá de la Cámara Baja será "muchísimo más débil" y ha lamentado que durante las últimas horas haya habido por parte del PSOE y del PP un intento de "diálogo" con su formación, pero no de "negociación".

Ha asegurado que ambos partidos han "agredido" a CiU tanto en las formas como en el fondo y que, a pesar de ello, su grupo ha trabajado intensamente en las últimas 48 horas con una serie de enmiendas para tratar de resolver la situación. "Queremos evitar también que el PSOE y el PP se apoderen de la Constitución, que es un patrimonio de todos los ciudadanos", ha añadido.

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