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Elosúa: "El día del chivatazo había ocho o diez inspectores en el bar"

El dueño del Bar Faisán declaró ante Ruz que la Policía que había en su bar el día del chivatazo "tiene que saber quién me dio el móvil". 

En su declaración ante el juez Pablo Ruz el 26 de abril, el dueño del Bar Faisán, Joseba Elosúa, dejó unas declaraciones ciertamente reveladoras. Según publica La Razón, que ha tenido acceso al sumario, cuando el fiscal trataba de averiguar la identidad de la persona que le facilitó el teléfono a través del cual recibió el chivatazo, Elosúa contestó que "la Policía que estaba allí tenía que saber mejor que yo quién era esa persona que me dio a mí el móvil".

Según su declaración, el día del "chivatazo", en mayo de 2006 "por lo menos había ocho o diez inspectores, de paisano todos", que supuestamente formarían parte del operativo desplegado para pillar al etarra Cau Aldanuer, tras recibir una entrega de dinero proveniente de la extorsión a empresarios vascos. Pero esos inspectores no eran caras nuevas para Elosúa: "Si los he tenido tres años todos, todos los días. Tenía las matrículas hasta en la sopa. Yo me iba y me seguían, me iba a casa y me seguían, me iba a por hielo o a hacer algún recado y me seguían".

Elosúa contó que: "Allí estaban todos los días, todos los días, yo me iba con mi señora a la provincia de Burgos, que es de ahí, de Quintanares, y me seguían hasta San Sebastián... ya les conocía como de la familia, todos, porque llevaban dos o tres años o más".

Lo cual, no concuerda por lo dicho por el comisario Carlos Germán ante el juez, que en su declaración del pasado febrero dijo que había tomado precauciones para que el dueño del Faisán no detectase la presencia policial en su bar. "Tenía la obligación -añadió- de mantener a todos los funcionarios encargados del trabajo de campo, pues, un poco apartados", aseguró. Las órdenes, según dijo el comisario, eran claras: "cuanto menos nos vieran para que no se percibiera nuestra presencia en la zona, mucho mejor", y ellos debían hacer todo lo posible "para que la zona el Faisán estuviera, como nosotros llamamos, libre de moscas". Todo este supuesto operativo trataría de evitar "que el viejo [Elosúa] se mosqueara o surgiera alguna cosa rara".

El Fiscal le preguntó al dueño del bar: "Cuando este señor sale, el señor que le ha dado el teléfono, ¿habla con esos que vd. intuye que son policías o no habla con ellos?", a lo que él contestó: "Desconozco si habla o no. No lo sé".

El posible receptor del soplo, que no señaló al inspector Ballesteros como la persona que entrega el móvil, aseguró que su interlocutor "hablaba bien" e incluso le dijo que le conocía. "dije, oye, este, a ver cuándo nos vemos aquí y tomamos un trago y charlamos", a lo que el autor de chivatazo le habría respondido: "No, si yo ya he estado allí, en tu bar".

El testigo se ratificó en que no reconocía a Ballesteros como persona que le entregó el móvil: "Juraría que no es él. Además, al principio he dicho que yo he nacido con bautizo, con... que soy católico y que no puedo... no puedo mentir, a sabiendas", dijo, como ya publicó Libertad Digital.

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