El artículo 68 de la Constitución española en su sexto apartado establece que "el Congreso electo deberá ser convocado dentro de los veinticinco días siguientes a la celebración de las elecciones". No hay por tanto un plazo mínimo para que, una vez celebrados los comicios, se inicie la nueva Legislatura.
Sin embargo, en el Real Decreto de 26 de septiembre, en el que el Gobierno disuelve las Cortes y se convoca los comicios generales, se fija la primera sesión del Congreso para el 13 de diciembre, apurando el plazo de 25 días que marca la Constitución. Cuando podría ser convocada la próxima semana. De hecho, es habitual que los políticos se tomen unos días de descanso después de la campaña electoral y no suelen perdonar los macro-puentes como el de la Constitución y la Inmaculada Concecpción, pero en la situación en la que se encuentra España en este momento no parece de recibo.
En esa primera sesión, los diputados deben elegir al presidente y la mesa del nuevo Congreso. En un escenario, como parece previsible, de mayoría absoluta bastaría con una votación para que el candidato del PP sea investido presidente de la cámara. Una vez superado este trámite, la Constitución, en su artículo 99, establece que el Rey previa consulta con los representantes designados por los Grupos políticos con representación parlamentaria, y a través del Presidente del Congreso, propondrá un candidato a la Presidencia del Gobierno. Una vez recibida en el Congreso la propuesta del Rey, el Presidente de la Cámara convocará el Pleno de investidura.
Ante la coyuntura de emergencia nacional y la necesidad perentoria de que un nuevo Gobierno asuma el poder, lo razonable es que estos trámites se cumpliesen en unos 10 días, después de la celebración de las elecciones, sobretodo si el resultado es una mayoría absoluta que evitaría que los partidos tuviesen que negociar. El nuevo Gobierno podría tomar posesión entre finales de noviembre y principios de diciembre. La Constitución lo permite.
Pero el calendario que ha fijado el Gobierno, con la sesión constitutiva del nuevo Congreso el 13 de diciembre, retrasa la formación del nuevo Ejecutivo a la semana del 20 de diciembre, lo que significaría, con las fiestas navideñas en medio, alargar el vacío de poder hasta enero de 2012.