El PP pide la dimisión del consejero de Turismo y Comercio de la Junta de Andalucía, Rafael Rodríguez (IU), que participó en un encierro con unos 30 cargos públicos y orgánicos de la federación de izquierdas desarrollado en la Delegación de Hacienda desde el pasado miércoles en protesta contra los recortes del Gobierno central.
La vicesecretaria de Organización, Electoral y Política Municipal del PP-A, Ana María Corredera, ha dicho que "un miembro de un gobierno no puede ser okupa de otro gobierno", ya que eso supone "un acto de deslealtad institucional". La dirigente popular ha instado al consejero andaluz de Turismo a que escoja entre "trabajar para sacar a Andalucía de la crisis o situarse detrás de las barricadas", pero le ha advertido de que, si se decanta por la segunda opción, "debe dimitir y dejar el Gobierno andaluz".
Corredera ha dicho que este Consejero parece no entender que forma parte de un gobierno que realiza recortes. "No se puede, por un lado, gobernar y, por otro, ocupar instalaciones de otro gobierno", ha insistido la vicesecretaria de Organización del PP-A antes de remachar que las medidas de ajuste que está adoptando el Gobierno de la Nación no pueden servir de "excusa" para justificar este encierro, porque "la Junta está aprobando medidas mucho más duras y no aporta soluciones".
En esa línea, Corredera ha censurado que el Ejecutivo autonómico, "en vez de solidarizarse con el Gobierno central", que, a su juicio, lo está "ayudando" con medidas como el plan de pago a proveedores o el fondo de liquidez para las comunidades autónomas, "se encierra en sus instalaciones".
La incongruencia del consejero Rodríguez
Este mismo Consejero no ha protestado, sin embargo, por un recorte de 22 millones que el gobierno del PSOE anterior a las elecciones decidió en el presupuesto de Turismo y Comercio y que le no comunicó en su toma de posesión. Como dice El País, "el equipo que dirige la Consejería de Turismo y Comercio, una de las tres en manos de IU, ha tratado de evitar cualquier tipo de reproche o queja por la retirada de patrocinios, una decisión tomada por la Junta antes de las elecciones autonómicas, cuando aun era monocolor, pero a costa de desairar y dejar en mal lugar a sus antecesores, por más que sean ahora socios de Gobierno".
La Consejería que dirige Rafael Rodríguez anunció el jueves la suspensión de todos los patrocinios que tenía comprometidos en lo que queda de año, para lo que inicialmente había presupuestados 22,5 millones de euros. Pero en vez de criticar a la Junta de Andalucía, lamenta la decisión de la que culpó al consejero anterior, Luciano Alonso porque "no fue comunicada en su día a las entidades afectadas por parte de los anteriores responsables de la consejería".
Turismo emitió el comunicado después de que la concejal de Cultura de Sevilla, María del Mar Sánchez Estrella, se quejara en rueda de prensa de la retirada "sin previo aviso" de los 150.000 euros con que la consejería patrocinaba la Bienal de Flamenco.
Posteriormente, y de manera sorprendente, Rodríguez dijo entender "que no se comunicara entonces la decisión de dejar sin consignación presupuestaria los patrocinios porque se estaba en plena campaña electoral y el equipo anterior estaba prácticamente cesado, en situación de interregno".