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El quinto lehendakari o López otra vez

Ardanza fue el que más tiempo ocupó el cargo: 14 años. Ibarretxe, el que planteó los mayores desafíos al Estado de Derecho.

El próximo 21 de octubre, casi dos millones de vascos están llamados a elegir en las urnas al que será el próximo lehendakari del Gobierno vasco. Desde el inicio de la democracia, cuatro hombres han trasladado su residencia al Palacio de Ajuria Enea, residencia oficial del presidente regional.

Del resultado de esas elecciones depende que Patxi López continúe otros cuatros años más dirigiendo la política autonómica vasca o que la región tenga a su quinto lehendakari de la democracia.

Libertad Digital repasa la figura de los cuatro lehendakari que ha habido en estos treinta y tres años de democracia y cómo ha sido su gestión al frente del gobierno regional del País Vasco.

Carlos Garaikoetxea (1980-1985). Abogado de profesión, abandonó esta actividad para dedicarse en exclusiva a la política en 1979, año en el que fue nombrado presidente del Consejo General vasco, el órgano preautonómico que durante 1978 había presidido el socialista Ramón Rubial. Cabeza de lista del PNV en las primeras elecciones vascas de 1980, fue nombrado primer lehendakari del Ejecutivo autonómico tras la victoria de su partido en las elecciones.

Fue el encargado de sacar adelanta el primer Concierto Económico con el Ejecutivo central y de crear las primeras instituciones vascas, como el Servicio Vasco de Salud (Osakidetza), el ente público de radio-televisión (EiTB) y la policía autonómica vasca (Ertzaintza).

Sus discrepancias con la dirección del PNV y un amplio sector en su partido sobre la Ley de Territorios Históricos originó su dimisión como lehendakari y la designación como su sustituto de José Antonio Ardanza. Pocos meses después se convocarían elecciones anticipadas. Encabezó la escisión en el seno del partido jeltzale que dio lugar al nacimiento de Eusko Alkartasuna.

José Antonio Ardanza (1985-1999). Llego a Ajuria Enea tras la dimisión de Garaicoetxea como lehendakari. A los pocos meses, encabezó la candidatura de su partido a las elecciones vascas, siendo el candidato más votado aunque siendo superado en escaños por el PSE. Los socialistas se conformaron con un vicelehendakari y varias consejerías y le permitieron gobernar plácidamente durante casi quince años.

Sus años de gobierno están marcados por el desarrollo del Estatuto vasco y la firma del Pacto de Ajuria Enea (1988), por el que todos los partidos vascos que condenaban a ETA se comprometían a una unidad de acción en la lucha contra el terrorismo y a la exclusión política de Batasuna. En 1996 pactó con el Gobierno de Navarra (PSOE, CDN, EA) la constitución de un órgano común entre ambas comunidades, aunque nunca se llegó a crear por la caída del Ejecutivo navarra.

Tras el asesinato de Miguel Ángel Blanco y el nacimiento del espíritu de Ermua, el líder del PNV, Xabier Arzalluz, llevó a su partido a crear un frente independentista con Euskal Herritarrok, el brazo político de ETA, que se plasmaría por escrito en el Pacto de Estella (1998). Meses antes, Ardanza había anunciado que no repetiría en el cargo.

Juan José Ibarretxe (1999-2009). Heredero natural de Ardanza, había sido vicelehendakari del Gobierno vasco entre 1994 y 1999. Llegó al Palacio de Ajuria Enea con los votos del brazo político de ETA, con el que su partido había pactado una unidad de acción nacionalista en Estella un año antes. Dos años más tarde, convocó elecciones anticipadas tras romper la banda terrorista la tregua que había decretado tras el pacto soberanista. El bloque constitucionalista conformado por PP (Jaime Mayor Oreja) y PSE (Nicolás Redondo Terreros) estuvo a apenas unos miles de votos de arrebatarle el gobierno regional.

Sus años de gobierno están marcados por la presentación de su plan para un nuevo marco político en la comunidad vasca, conocido popularmente como Plan Ibarretxe, en la que la región pasaba a conformarse como un Estado Libre asociado a España y en el que la presencia del Estado era absolutamente testimonial. Fue aprobado en la Cámara vasca con el apoyo de Batasuna (Sozialista Abertzaleak), pero rechazado en el Congreso.

También intentó llevar a cabo un referéndum ilegal en la comunidad vasca con el objetivo de oficializar los acuerdos políticos que estaban alcanzando en el Santuario de Loyola su propio partido, con el PSE-PSOE y Batasuna en una de las dos mesas –la otra estaba formada por Gobierno y ETA– que se conformaron durante la negociación política entre el Gobierno Zapatero y la organización terrorista, pero fue finalmente prohibido por el Tribunal Constitucional.

Patxi López (2009-2012). Es el primer y único lehendakari no nacionalista que ha tenido la comunidad vasca. Llegó a Ajuria Enea fruto de un pacto entre populares y socialistas, que firmaron un acuerdo de mínimos para sacar al nacionalismo del poder después de treinta años.

Su nombramiento hizo saltar por los aires el mito de que sólo los nacionalistas podían gobernar en la comunidad vasca. Ha reactivado a la Ertzaintza en la lucha contra el terrorismo, normalizó las relaciones entre el Gobierno central y regional, ha despolitizado los servicios informativos de EiTB, ha reivindicado la vigencia del Estatuto de Guernica y ha acabado con los santuarios proetarras de las calles vascas.

Aun así, ha humillado con muchos de sus políticas a las víctimas del terrorismo, apoyando un final del terrorismo sin vencedores ni vencidos, pidiendo la legalización de Batasuna y el acercamiento de los presos de ETA y reconociendo supuestas víctimas policiales durante la democracia. Tampoco ha acabado con la politización de la educación vasca ni con la imposición lingüística.

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