(Libertad Digital) Ante el momento de crisis de España, el presidente de FAES cree que "es un momento de estadistas y de política con mayúsculas, y no de políticos menores y tactisistas". Para él, "hace falta sentido histórico y no es tiempo de pequeñas ambiciones partidarias".
Aznar apunta que "la política española se ha degenerado mucho y el debate se ha empobrecido demasiado" y que la obligación de los partidos es "diseñar grandes políticas nacionales". "Está por ver si los responsables de dirigir este país tienen la necesaria altura de miras" agrega y sentencia que "yo tengo mis serias dudas sobre algunos, y más esperanzas en otros, como es lógico".
Crisis de valores
El ex presidente del Gobierno señala que "hay una profunda crisis de valores" y por eso "hay que recuperar principios como el sentido de la responsabilidad, el respeto a las reglas, el esfuerzo, el trabajo, la generosidad, el espíritu de sacrificio", es decir, "hay que volver a la cultura de los mejores". Algo que a su juicio "afecta a unos y a otros" por lo que lo necesario sería "acabar con mensajes como el de la irresponsabilidad, el de que da igual una cosa que la otra, el de que todas las ideas son iguales o el de que el Estado lo puede resolver todo".
En cuanto a España, cree que existe "una evidente sensación de desorden" y que los españoles "empiezan a sentir que tienen un Estado residual e ineficaz" y por eso "ha llegado el momento de corregir el rumbo". "Nadie puede defender seriamente que las comunidades estaban diseñadas para abrir embajadas, para prohibir la enseñanza de la lengua común, para cambiar derechos individuales por derechos territoriales, para volver a los privilegios o para confundir derecho a la diferencia con la diferencia de derechos" recuerda.
Derrota del terrorismo
Sobre la actual situación de la lucha contra ETA, Aznar afirma que "la única política antiterrorista que me interesa es la de la derrota del terrorismo" y subraya que no tiene razones para fiarse "de los que negociaron y decían que no negociaban, de quienes se pusieron en manos de los 'hombre de paz'". "Sólo me importa que se trabaje de verdad por la derrota de ETA", apunta.