Bernardino León bromea sobre su condición de "chico de oro" de Zapatero, pero también asume la culpa de algunos de los errores del presidente. "No me veo mucho (en el papel de chico de oro), tampoco en el de Billy The Kid. Una cosa intermedia", dice. Todo ello pese a que Wikileaks le alabó utilizando adjetivos como "listo", "creativo", "perspicaz", "convincente", le recuerda el diario.
León considera, no obstante, que "Zapatero consulta y escucha bastante más de lo que sugiere su pregunta". Pero reconoce que algunos de los errores de coordinación de Zapatero son suyos. "Me costaría decir cuál es la peor, pero se me podrían ocurrir unas cuantas".
No tendría inconveniente, como buen sherpa, en llevarle la mochila a Zapatero, "pero no ha surgido" la oportunidad. "Los sherpas son los que guían a los presidentes para evitar que vayan solos a la catástrofe", asegura.
El entrevistador le plantea si Rubalcaba es ahora la gran esperanza: "Creo que eso tiene que esperar. El presidente tiene que tomar su decisión. Si no siguiera, un partido como el nuestro tiene mucha gente muy buena. Rubalcaba es excelente. Pero el presidente está muy en forma".
"Un amigo mío me decía que yo era como Obélix, que de pequeño me caí en la marmita de lexatín. Y, definitivamente, yo me caí en la marmita de lexatín, porque suelo ser tranquilo para reaccionar incluso en momentos muy complicados. Lo más cachondo es que, cuando conocí al presidente, descubrí que algún amigo suyo había dicho lo mismo de él".
Ser de Málaga le ayuda, además, a salir por peteneras: "totalmente. Más que por peteneras por malagueñas. Pero el flamenco me encanta", bromea León. La canción que le cantaría al presidente sería "a lo mejor, The Boxer. La parte en que decía ‘pega duro y no se va’; Tots al camp, o un título que se adapta bastante a lo que estamos pasando: 19 días y 500 noches". Y es que "estas noches de consejos europeos, el euro al borde del abismo... A mí ya se me hace como si hubiesen sido 50".