"El nacionalismo lo primero que hace es poner un enemigo en funcionamiento, y en el caso del nacionalismo catalán el enemigo es España. Creo que hay una parte de los catalanes que están enfermos de paranoia porque creen que España está contra ellos, que España siempre les ha hecho la pascua en todo y que por lo tanto hay que defenderse de los españoles. La enfermedad es cuando alguien no capta la realidad y éste es el caso", indicó.
Boadella también comentó que "ahora Montilla se ha inventado una nueva etnia, la etnia del Charnego (inmigrante de una región española de habla no catalana). No teníamos bastante con la etnia del catalanismo y tenemos ahora la etnia del charnego, y nos quiere hacer ver que el representara esta etnia".
También dijo que "seguramente" Ciudadanos-Partido de la Ciudadanía se presentará en Barcelona, Lérida y Tarragona, lo que no significa que Gerona "sea Territorio Comanche para Ciutadans". Además, apuntó que sus votantes son "la gente que por una serie de circunstancia se ha desactivado en Cataluña en relación al nacionalismo", gente que quiere "participar en la reactivación política de un territorio pero que no participa del nacionalismo".
Seguramente, subrayó, hay gente cansada del PSC y que votarán a Ciudadanos, "gente que no estaba por el nacionalismo y el PSC les ha secuestrado su voto". También acusó al PP de haber sido "muy condescendiente con el nacionalismo", y dijo que Piqué y los anteriores responsables del PP catalán han hecho como "Pilatos", y agregó que "lavarse las manos" ha sido nocivo para el propio partido "porque cada vez tienen menos votos".
"Coraje intelectual y coraje político"
Por su parte, el periodista Arcadi Espada, que también se hallaba en los cursos de El Escorial, criticó al nacionalismo, ya que "es una ideología muy sencilla que consiste en decirle a la gente usted es el mejor" y que "usted tiene más derechos que los otros". "La solución a los nacionalismos es también relativamente sencilla, y consiste en tener coraje intelectual y coraje político", indicó.
En esta misma línea, dijo que los antídotos contra el nacionalismo "son muy sencillos desde el punto de vista intelectual", ya que, desde este punto de vista, el nacionalismo es un "artefacto paupérrimo". "En las universidades catalanas, pero también en las vascas, en las andaluzas y en las madrileñas hay gente que hace del oportunismo político y moral una divisa, pero también hay gente que atiende solamente a sus convicciones intelectuales y trata con ellas de defenderse de la mejor manera", concluyó Espada.