LD (EFE) En un auto notificado este miércoles, el magistrado señala que aunque "la gravedad de los hechos" impondría acordar la prisión provisional, ha decidido dejarle en libertad bajo fianza –que deberá abonar en el plazo de 72 horas para no ingresar en la cárcel– dado su arraigo familiar y personal.
En su resolución, Garzón señala que Calahorra, que ha sido acusado de un delito de allegamiento de fondos a organización terrorista, entregó el dinero a ETA consciente de su destino y "cumpliendo una orden del Consejo de Administración de Azkoyen manifiestamente ilegal" y sin que existiera "una situación que le compeliera a obedecer una orden de aquel tipo".
Además, el juez señala que adopta esta decisión "sin perjuicio de la responsabilidad en la que han podido incurrir los miembros del consejo de administración, de la cual deberán responder".
El auto se explica que, en 2001, se intervino una comunicación interna de ETA dirigida a "Otsagi" (Juan Antonio Olarra Guridi, responsable del aparato militar de la banda y encargado del cobro y gestión del llamado "impuesto revolucionario"), en el que se hacía referencia a la satisfacción por Azkoyen S.A. de la "deuda que tenían con nosotros".
El auto se explica que, en 2001, se intervino una comunicación interna de ETA dirigida a "Otsagi" (Juan Antonio Olarra Guridi, responsable del aparato militar de la banda y encargado del cobro y gestión del llamado "impuesto revolucionario"), en el que se hacía referencia a la satisfacción por Azkoyen S.A. de la "deuda que tenían con nosotros".
Este documento, firmado por "Getzi" (aparato de administración económica de ETA) guarda correspondencia, según el juez, con otro del mes de diciembre de 2001 dirigido a la misma persona ordenando "quitar de la lista a Azkoyen, Ignacio Moreno Purroy e Ignacio Orbaiceta Zabalza, ya que han liquidado la deuda que tenían con nosotros".
La resolución añade que, en 1995, Calahorra, como jefe de administración de Azkoyen, "recibió la instrucción de la dirección financiera de la empresa de retirar de sus cuentas, por medio de varios cheques, un total de 12 millones de pesetas anotándose contablemente tal disposición de efectivo con la anotación de 'gasto liber... ir al Consejo'".
La resolución añade que, en 1995, Calahorra, como jefe de administración de Azkoyen, "recibió la instrucción de la dirección financiera de la empresa de retirar de sus cuentas, por medio de varios cheques, un total de 12 millones de pesetas anotándose contablemente tal disposición de efectivo con la anotación de 'gasto liber... ir al Consejo'".
Dicha suma, dice Garzón, "fue retirada en 1996 de la caja fuerte de la empresa por Pablo Lamberto y permaneció oculta hasta 1999, cuando, por instrucción de Lamberto e Ignacio Moreno, Calahorra recibió los 12 millones de manos de Francisco Elizalde (consejero de Azkoyen) con la orden de anotarse contablemente como ingreso por resultado extraordinario".
En 2000, y siguiendo el mismo diseño financiero, "se detrajeron de las cuentas de la sociedad 25 millones de pesetas, que unidos a los otros 12 fueron convertidos a divisas por Calahorra, Ignacio Moreno, Blanca Altuzarra, Ignacio Castiella, Pablo Lamberto, Jesús Guridi y Francisco Javier Echarte". El cambio de divisas no fue anotado contablemente, y los 37 millones, una vez convertidos, fueron depositados "en la caja fuerte de la empresa".
Garzón continúa relatando que, en 2001, Ignacio Moreno encomendó a Calahorra, "siguiendo el primero instrucciones del Consejo de Administración de Azkoyen", dar curso a la entrega de los 37 millones convertidos a divisas a miembros de ETA. "El 25 o 26 de noviembre de 2001, Calahorra transportó el dinero en el vehículo de Blanca Altuzarra a la localidad de Vert (Francia) en la zona de Mont-de-Marsan".
En 2000, y siguiendo el mismo diseño financiero, "se detrajeron de las cuentas de la sociedad 25 millones de pesetas, que unidos a los otros 12 fueron convertidos a divisas por Calahorra, Ignacio Moreno, Blanca Altuzarra, Ignacio Castiella, Pablo Lamberto, Jesús Guridi y Francisco Javier Echarte". El cambio de divisas no fue anotado contablemente, y los 37 millones, una vez convertidos, fueron depositados "en la caja fuerte de la empresa".
Garzón continúa relatando que, en 2001, Ignacio Moreno encomendó a Calahorra, "siguiendo el primero instrucciones del Consejo de Administración de Azkoyen", dar curso a la entrega de los 37 millones convertidos a divisas a miembros de ETA. "El 25 o 26 de noviembre de 2001, Calahorra transportó el dinero en el vehículo de Blanca Altuzarra a la localidad de Vert (Francia) en la zona de Mont-de-Marsan".
Según el auto, el acusado contactó con dos personas no identificadas de la organización terrorista ETA a las que hizo entrega de la suma". Según afirma el juez, "por tales gestiones a favor de Azkoyen y de ETA, Calahorra percibió en reconocimiento a sus servicios 6.000 euros".