¿Por qué para reducir el gasto público el PSOE ha preferido hacer recortes sociales en lugar de recortes autonómicos? Pues porque son más sencillos de ejecutar y porque al PSOE le causa menos perjuicio electoral quitar los 400 euros a los parados de larga duración, que eliminar el coche oficial a los consejeros autonómicos o prohibir las embajadas autonómicas. A pesar de que los recortes sociales suponen para los socialistas un elevado coste electoral, este coste es menor que el que tendría si se viera obligado a reconocer la necesidad de centralizar España, algo que se le atraganta.
Si el PSOE tiene que admitir que todo su rollo de la España plural, el autogobierno y la nación de naciones hay que echarlo para atrás, el daño que hace a su discurso es enorme, porque sería darle la razón al PP, al que la sociedad confiere un carácter más españolista o centralista. En seguida veremos al PSOE decir que la idea del PP de mayor centralización es electoralista, como si plantear algo que la gente desea fuera algo negativo. Lo que pasa es que los socialistas no lo pueden hacer. Lo que pasa es que tener que defender España, para el PSOE, con su primo hermano PSC a cuestas, es su acta de defunción.