Menú

IKURRIÑAS, BANDERAS DEL LÍBANO Y KEFIAS PALESTINAS

"Miles de personas", según la agencia Efe –que no estima su número–, han secundado este domingo la manifestación proetarra bajo el lema Euskal Herria tiene la palabra y la decisión, a la que asistieron dirigentes de Batasuna-ETA. No se dejaron ver en las proximidades de la cabecera de la marcha, pero uno de los miembros de la organización ilegal, Joseba Permach, habló en nombre de los manifestantes. Junto a las ikurriñas, ondearon banderas del Líbano y kefias o pañuelos típicos palestinos como el que Rodríguez Zapatero se ciñó al cuello durante un congreso de jóvenes socialistas.

"Miles de personas", según la agencia Efe –que no estima su número–, han secundado este domingo la manifestación proetarra bajo el lema Euskal Herria tiene la palabra y la decisión, a la que asistieron dirigentes de Batasuna-ETA. No se dejaron ver en las proximidades de la cabecera de la marcha, pero uno de los miembros de la organización ilegal, Joseba Permach, habló en nombre de los manifestantes. Junto a las ikurriñas, ondearon banderas del Líbano y kefias o pañuelos típicos palestinos como el que Rodríguez Zapatero se ciñó al cuello durante un congreso de jóvenes socialistas.
Libertad Digital (Efe) La manifestación Partió a las 17.45 horas del las proximidades del Ayuntamiento, donde la Ertzaintza colocó un cordón policial que impidió el paso de los manifestantes hasta el momento en el que los agentes recibieron la autorización de sus superiores para permitir que arrancara la protesta.

En esta movilización participaron miembros de la Mesa Nacional de Batasuna como Arnaldo Otegi, Pernando Barrena, Anjel Mari Elkano, Haizpea Abrisketa, Rufi Etxeberria o Joseba Permach, quien hizo declaraciones a los periodistas, además de otros referentes de la izquierda abertzale como el secretario general de LAB, Rafa Díez Usabiaga, o el ex dirigente de ETA Eugenio Etxebeste, "Antxon".

A pesar de que no existía ninguna traba administrativa ni judicial para que se desarrollara la marcha, se registraron momentos de tensión ya que los manifestantes comenzaron a increpar a los agentes al observar que habían ocupado la calzada y no permitían que comenzara la manifestación.

La Ertzaintza había recibido instrucciones de Garzón para que suspendiera la marcha en el caso de que los agentes observaran que tenía vínculos con Batasuna-ETA.

Una vez recibida la orden de sus mandos, los agentes se retiraron y la manifestación comenzó con un cuarto de hora de retraso entre gritos a favor de la independencia y del traslado de los presos de ETA al País Vasco.

La marcha estaba encabezada por seis jóvenes vestidos con trajes tradicionales vascos que portaban una ikurriña, una bandera de El Líbano y una enseña palestina, tras lo que un grupo de ciudadanos anónimos, ninguno de los cuales ostenta representación pública en organizaciones de la izquierda abertzale, portaba la pancarta con el lema comunicado: Euskal Herria tiene la palabra y la decisión.

Entre los miles de personas que secundaron la manifestación no se apreció ningún anagrama de Batasuna-ETA, ni de ninguna otra organización ilegal, ni siquiera se vieron pancartas con el símbolo del traslado de los presos de ETA al País Vasco, habituales en este tipo de manifestaciones.

Tan sólo se observaron ikurriñas y banderas del Arrano beltza, el águila negra sobre un fondo amarillo empleado habitualmente por la izquierda abertzale pero que no se corresponde con ninguna organización concreta.

La manifestación fue estrechamente vigilada por la Ertzaintza, que situó seis furgonetas de seguridad ciudadana por delante de la marcha, mientras que desde horas antes del comienzo de la protesta los aledaños del Boulevard estuvieron controlados por un importante contingente de agentes de la Brigada Móvil.
 
"En la calle" hasta el fin del "conflicto"

Al concluir la marcha, considerada por sus organizadores como una de las más multitudinarias que se han celebrado en los últimos años en San Sebastián, aunque no dieron cifras, el joven que el pasado viernes actuó como portavoz de los convocantes tomó la palabra para advertir de que, por encima de "prohibiciones y agresiones", los ciudadanos vascos seguirán "estando en la calle" en defensa de "las soluciones, de la democracia y, en definitiva, de Euskal Herria".

Afirmó que el deseo de los convocantes de la manifestación es que "se acabe el conflicto" del País Vasco, pero "que acabe bien", lo que significa el reconocimiento de "la palabra y la decisión" de los vascos.

Una vez concluido su discurso, rematado con el grito de "la izquierda abertzale, adelante", los manifestantes entonaron el Eusko gudariak (himno del soldado vasco).

Temas

En España

    0
    comentarios