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Las alabanzas a ETA, "una expresión puntual de cariño"

Marian Beitialarrangotia (ANV) dijo este jueves en la Audiencia Nacional que, al igual que hizo con los etarras de la T-4, también habría "defendido los derechos" de un violador o de un homicida si hubieran sido supuestas víctimas de malos tratos o torturas.

L D (Agencias) En el juicio, que quedó este jueves visto para sentencia, el fiscal Ignacio Gordillo pidió un año de cárcel para la regidora por "enaltecer" a los terroristas de ETA Igor Portu y Mattin Sarasola durante un acto celebrado en Pamplona en el que dijo: "Antes de nada, este ánimo, abrazo y este chaparrón de aplausos que nos habéis ofrecido, lo más caluroso posible, a Igor Portu, Mattin Sarasola y a todos los presos políticos vascos que se encuentran dispersados en las cárceles de Francia y España. ¡Os queremos!".

La alcaldesa de Hernani, Marian Beitialarrangoitia, defendió que su frase, que definió como "una expresión puntual de cariño", fue "espontánea", derivada del "clamor y el ambiente" del público que asistía al acto y "movida por el sentimiento de rechazo, impotencia e indignación" que le provocaron las informaciones sobre los presuntos malos tratos sufridos por Portu y Sarasola. "Les acusen de lo que les acusen, no quita que les tengan que dar un buen trato", argumentó.

En un momento de su declaración, que se desarrolló íntegramente en castellano, la presidenta del tribunal, Ángela Murillo, le preguntó si también habría solicitado un aplauso para un preso que hubiera sufrido malos tratos en el caso de que hubiera sido condenado por homicidio o violación. "No sé si habría pedido el aplauso y el cariño, pero pensaría que no es justo y no se debe dar. Es un derecho que nos asiste a todos como ciudadanos. Lo defendería igualmente", dijo.

En este punto, aseguró que nunca pretendió "identificarse" con el comportamiento de Portu y Sarasola ni enaltecer a ETA, como, según defendió, demostraría el hecho de que después de su alegato "nadie gritó vivas a la banda terrorista".

La única proclama que se oyó tras sus palabras, según explicó, fue la de "¡el pueblo no perdonará!", tal y como indicaron tres guardias civiles que comparecieron durante la vista oral como testigos. Los tres explicaron que, aunque no estuvieron presentes en el acto, elaboraron un informe a partir de los vídeos editados por las televisiones y las informaciones que les trasladaron otros compañeros que sí estuvieron presentes.

"¿Qué pensaron las familias de las víctimas?"

El fiscal Ignacio Gordillo elevó a definitiva su petición de un año de cárcel para Beitialarrangoitia y pidió "una sentencia ejemplar", al entender que cuando citó a Portu y Sarasola "con nombres y apellidos" y se refirió a "los presos vascos dispersos en las cárceles españolas y francesas", la alcaldesa "sabía que estaba enalteciendo a los presuntos miembros de una banda terrorista".

Tras indicar que el Ministerio Público es "el primero en defender que no haya torturas", Gordillo se preguntó "qué pensarían las familias" de los dos ecuatorianos fallecidos en la T-4 si escucharan las palabras que son objeto del procedimiento. "La humillación es clara", aseveró.

Similares argumentos defendió el abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Emilio Murcia, que pidió dos años de cárcel para la acusada, al considerar que la condición de miembros de ETA de los Portu y Sarasola "no se puede disociar" de los eventuales malos tratos que pudieran haber sufrido.

Por su parte, el abogado de Beitialarrangoitia, Iñigo Iruin, reclamó la libre absolución de su representada, puso de relieve que ningún asistente al acto profirió gritos a favor de ETA y censuró al fiscal por querer "ejemplaridad y no justicia".

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