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La Justicia francesa demuestra que Carlos El Chacal suministró armas a ETA

La Justicia francesa prueba por primera vez las relaciones "operativas regulares y perennes" entabladas a comienzos de la década de 1980 por los antiguos dirigentes de ETA con el grupo de Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos", el antiguo enemigo número uno de Occidente, según una información que publica este domingo El Correo. El terrorista internacional entregó armas, explosivos y material militar a los "polimilis" con el visto bueno de los servicios secretos comunistas de la antigua República Democrática Alemana, Hungría y Rumanía a cambio de apoyo logístico para perpetrar atentados en Alemania y Francia.

La Justicia francesa prueba por primera vez las relaciones "operativas regulares y perennes" entabladas a comienzos de la década de 1980 por los antiguos dirigentes de ETA con el grupo de Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos", el antiguo enemigo número uno de Occidente, según una información que publica este domingo El Correo. El terrorista internacional entregó armas, explosivos y material militar a los "polimilis" con el visto bueno de los servicios secretos comunistas de la antigua República Democrática Alemana, Hungría y Rumanía a cambio de apoyo logístico para perpetrar atentados en Alemania y Francia.
(Libertad Digital) Según el corresponsal en París de periódico El Correo, Fernando Iturribaría, en el marco del sumario que acaba de cerrar tras casi trece años de instrucción, la Justicia francesa ha demostrado por primera vez las relaciones "operativas, regulares y perennes" entabladas a comienzos de la década de 1980 por la "extinta ETA político-militar" con el grupo de Ilich Ramírez Sánchez, "Carlos".
 
Conexiones de ETA con la Organización de Revoluciones Internacionalistas
 
La Fiscalía de París consagra una veintena de las 503 páginas de su acta de acusación contra "Carlos" a examinar en profundidad la conexión vasca de su Organización de Revolucionarios Internacionalistas (ORI). A través de las verificaciones emprendidas por sus investigadores y los testimonios brindados por protagonistas directos, llega a la conclusión de que es auténtico el contenido de las notas y documentos transmitidos por las autoridades húngaras y alemanas al juez Jean Louis Bruguière, instructor de la causa por la detención del activista venezolano en agosto de 1994.

Los primeros contactos entre ambas organizaciones se produjeron en 1980 por mediación de Luc Edgar Groven, "Lucas", "Erik" o "Albert", responsable de relaciones internacionales de ETA político militar. En la primera reunión, celebrada en septiembre de aquel año en Berlín-Este, estuvo acompañado por Manuel Cecilia y Ramón Díaz, que luego viajaron con él de Budapest (Hungría) a Trípoli (Libia), vía Sofía (Bulgaria), como recoge un informe redactado entonces por la Sección III/II-8 del Ministerio del Interior húngaro.

Mediante comisión rogatoria internacional ejecutada el 3 de julio de 2003 en Bilbao, donde actualmente trabaja, Groven explicó que conoció a "Carlos" en 1975 cuando el dirigente José María Larretxea, fallecido en 1996 en Cuba, le encargó que consiguiera armas y explosivos. En las reuniones, que prosiguieron hasta septiembre de 1982 en Hungría, Rumanía y Alemania del Este, siempre le acompañaban dirigentes del aparato político, en especial Juan Miguel Goiburu, "Goiherri" o "Santiago".

"Contrapartidas" de ETA por sus conexiones internacionales

Detenido en su domicilio de Hendaya el 2 de octubre de 2002, el ex-dirigente "polimili" detalló el trato sellado con "Carlos". "Él nos había prometido armas y en contrapartida nosotros debíamos suministrar un cierto trabajo", reproduce El Correo. Según la acusación, esa labor consistió en facilitar automóviles para cometer atentados. "Carlos nos había pedido conseguir un vehículo para la comisión de un atentado impreciso en Alemania. Creo que el vehículo fue entregado", declaró Goiburu Mendizabal (nacido en Ordizia, en 1950).

Ataque a Radio Free

Por su parte, Groven (nacido en Bélgica, en 1950) confirmó que el coche fue empleado en el atentado cometido el 21 de febrero de 1981 en Munich contra los locales de Radio Free Europe, emisora financiada por Estados Unidos para la guerra fría contra el bloque soviético. También reconoció, con muchas reticencias, haber dado de parte de ETA a Magdalena Kopp, "Lilly", entonces compañera de "Carlos", y Bruno Breguet, "Luca", el vehículo junto al que fueron detenidos, el 16 de febrero de 1982 cerca de la sede de la revista Al Watan Al Arabi, en la calle Marbeuf de París.

Tanto Goiburu como Groven negaron haber participado en los preparativos del atentado contra esa publicación, que causó un muerto y 63 heridos dos meses después, el 22 de abril, primer día del juicio en la capital francesa a "Lilly" y "Luca". "Nuestra organización en ningún caso podía permitirse cometer actos reprensibles en territorio francés que era más o menos considerado como un santuario", observó el ex dirigente, que abandonó ETA pm tras la escisión entre la 7ª y la 8ª asambleas en febrero de 1982.

El anarquista Patrick Chabrol (París, 1953) fue el encargado de realizar, junto a su compañera bretona, los varios transportes de armas y explosivos desde Rumanía, Bulgaria y Alemania del Este hasta el sur de Francia efectuados entre 1980 y 1982 en el doble techo de una autocaravana, marca Toyota, adquirida con dinero "polimili". Los servicios secretos comunistas no sólo estaban al corriente desde el principio sino que la propia Stasi facilitó el material del primer viaje, el 4 de noviembre de 1980 desde Berlín-Este.

En un garaje de la policía popular

Según explica el corresponsal de El Correo, un reciente informe judicial germano afirma que el cargamento tuvo lugar "en un garaje de la policía popular" y que "las armas, embaladas previamente por funcionarios del Ministerio de la Seguridad de Estado en maletas con armazones rígidos, fueron entregadas de noche a Weinrich y a los terroristas de ETA". Johannes Weinrich, "Steve", lugarteniente de "Carlos", mantuvo dos días antes una reunión con los emisarios vascos en una habitación del Hotel StadtBerlin, grabada con micrófonos ocultos, en la que se habló del envío de granadas, explosivos, detonadores y un aparato para enchufar a 220.

El tráfico continuó hasta mayo de 1982 cuando la Dirección de Seguridad del Territorio (DST, contraespionaje francés) se cruzó en la conexión "polimili" de "Carlos". Los transportistas, esta vez, fueron a recoger la mercancía a Bucarest (Rumanía) y de regreso en Francia notaron que eran seguidos por la Policía gala, que terminó por interceptar la camioneta al sur de Burdeos en Tartas (Las Landas).

Notas manuscritas intervenidas a Weinrich relatan el episodio: "La DST plantea a ETA un ultimátum: o envían en el plazo de una semana a alguien para revelar los itinerarios y orígenes del cargamento del camión o bien la DST pasará el asunto a la Policía Judicial (PJ)", con las consiguientes actuaciones penales. "ETA decidió entregar el camión a la DST a condición de no revelar el asunto a la PJ (cuestión política vasca en Francia y acusaciones de España hacia Mitterrand de mantener su base)", dejó escrito "Steve".

El contraespionaje no transmitió el caso a la Fiscalía de París hasta el 30 de noviembre de 1987. Para entonces los hechos ya habían prescrito y los transportistas, regresado de México, donde residieron hasta 1986 a cuenta de los "polimilis", que se disolvieron sin entregar armas ni dinero.

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