(Libertad Digital) Desde hace ya varios meses, esa delegación policial de Bilbao seguía de cerca los pasos de Asier Borrero por su posibles conexiones con ETA y realizaban escuchas telefónicas. Sin embargo, según El Mundo, una de las grabaciones no fueron oídas y en una de ellas Borrero comunicaba del traslado de explosivos hasta el zulo de Santo Domingo de la Calzada en La Rioja. Según la información, el material que usaron los etarras en el atentado de Legutiano (Álava) salió precisamente de ese lugar.
La negligencia policial ha provocado la destitución de seis mandos de la Brigada de Información de Bilbao: un jefe de sección, un jefe de grupo, tres inspectores y un subinspector, todos ellos especializados en la lucha contra ETA. De hecho, los datos apuntan a que estos policías llegaron a concluir que Borrero no tenía nada que ver con ETA y de hecho se detuvo su seguimiento a partir de junio. Tras la detención de parte del grupo Vizcaya su nombre volvió a aparecer y miembros de la lucha antiterrorista repasaron las cintas en las que se guardaban las escuchas telefónicas. Es ahí cuando se comprobó su relación con ETA y el traslado de los explosivos.
Cuando se interrogó a Arkaitz Goikotxea, éste aportó datos sobre los zulos que ETA estaba usando en ese momento y entre ellos mencionó el de Santo Domingo de la Calzada, el mismo lugar donde Borrero dijo que se trasladaría la cloratita. La Guardia Civil encontró posteriormente –en una operación en la que estuvo presente el juez Garzón– 100 kilos de explosivos en ese lugar. Según El Mundo, que cita fuentes policiales, parte del traslado que no fue detectado por la negligencia pudo utilizarse en el atentado de Legutiano del 14 de mayo de este año en el que murió el agente Juan Manuel Piñuel.