Si a eso le unimos el "cacao interno", con "sublevaciones" más o menos potentes en Cádiz, Málaga y Granada y la evidencia de que manda poco en los PSOES taifales de las provincias, es natural que la imagen de Griñán esté bien deteriorada.
Primero fue la crisis. Apenas anunciadas algunas medidas "templadas" sobre la crisis, Griñán fue atropellado por el tren de las medidas urgentes y drásticas de Zapatero, sobre todo, su reducción del 5% del sueldo de los funcionarios.
Dado que Zapatero dijo al principio que el recorte afectaría a todos los empleados públicos, Griñán lo creyó y dijo que eso es lo que él haría. Luego, Zapatero y Griñán quedó con sus posaderas al aire dando ejemplo de cuál era el nivel de ireflexión e incluso de descoordinación.
Ahora, conocemos algunos nuevos temas que manifiestan un considerable "cacao mental" por parte del gobierno Griñán. Los propios periódicos prosocialistas, "El Correo de Andalucia" y El País ponen el dedo en la llaga de las nuevas urbanizaciones costeras anunciasen la costa gaditana, casi en los mismo lugares que dieron origen al caso Juan Guerra.
Por ejemplo, el último confirma que la Junta da marcha atrás y permite construir en Vejer. El Gobierno andaluz, que iba a proteger de construcciones la zona de Mangueta (Vejer, Cádiz) entre Zahora y El Palmar, finalmente admite ahora un uso residencial y turístico. Los ecologistas consideran que esta medida ataca una de las últimas zonas libres de construcciones del litoral gaditano.
Justamente hoy, día de debate sobre el Estado de la Comunidad andaluza, Griñán va a pedir a la oposición un pacto en defensa de un proyecto de cajas "identificado con los intereses andaluces". Pero es precisamente su gobierno el responsable de que no se consumara la fusión Cajasur-Unicaja al intentar el linchamiento mediático de la Iglesia y cargar sobre las espaldas de la caja cordobesa todo el esfuerzo del recorte laboral.
Hasta tal punto llegó la cosa, que Cajasur prefirió los brazos del Banco de España a las garras de Braulio Medel y el propio Griñán, que siempre fue diputado por Córdoba.
Hoy mismo se ha hecho público que Cajasol firma su fusión con Caja Guadajara, fusión que pospone, no sabemos si para siempre, la fusión deseada por la Junta entre Cajasol y Unicaja. Caja Granada ha firmad protocolo de fusión fría con entidades de ahorro de fuera de Andalucía, lo mismo que, al parecer, contempla la minicaja de Jaén.
Finalmente está e esperpento de la regulación del golf en Andalucía, tierra básica por clima y horas de sol que puede convertir este deporte en equilibrador del turismo de sol y playa, turismo que sólo ocurre durante los veranos. Un dato: 500 millones de euros generó el golf en Andalucía en el año 2009. Se estaba pendiente de la regulación del golf en Andalucía desde los tiempos de Chaves, que intentaba que tal regulación permitiera una amplia intervención de la Junta caso por caso.
Pero adoptando el modelo Zapatero de ahora sí pero luego no, tras anunciar el lunes que el Consejo de Gobierno aprobaría una modificación del decreto sobre el golf para facilitar la tramitación de los proyectos que pueden tener promociones inmobiliarias, ahora no va a cumplirse posponiendo una vez más el desarrollo de un sector clave para el futuro turístico de Andalucía.
A ello hay que unir las "insurrecciones" internas sufridas por Griñán en Cádiz, Granada, Málaga e incluso en Almería para comprender cómo la imagen de Pepe Griñán se ha deteriorado decisivamente en vísperas de un debate al que la oposición, el PP de Javier Arenas viene aplaudida por las encuestas y animados por los cada vez más abundantes partidarios del cambio y del fin del régimen socialista en el Sur de España.