El líder de los socialistas vascos ha matizado que si llega a lehendakari "no habrá un plan López" sino "muchos planes" para solucionar los problemas de los ciudadanos. Trataba así de salir al paso de las críticas que le ha costado defender una reforma estatutaria que
L D (Europa Press) En un acto celebrado en la Casa del Pueblo de la Agrupación Socialista Ramón Rubial del barrio bilbaíno de Txurdinaga, en homenaje al dirigente del PSE, López aseguró que "es de justicia histórica reconocer que el autogobierno que hoy tenemos, en buena medida se lo debemos a gente como Ramón Rubial por su esfuerzo, su compromiso de país y su capacidad para sumar e integrar".
Además, el dirigente del PSE prometió que si llega a la Lehendakaritza se ocupará de "abrir un nuevo tiempo que destierre el enfrentamiento permanente en que se nos ha querido sumir" con los gobiernos de Ibarretxe.
"Yo no quiero formar un Gobierno para dar alas a mis aspiraciones particulares. Conmigo no habrá un plan López, ni habrá propuestas que sirvan sólo para dividir a la sociedad vasca. Yo sí pondré en marcha muchos planes para llevar todos y cada uno de los nombres y apellidos de los ciudadanos y ciudadanas de este país que tienen problemas y que necesitan respuestas y soluciones", añadió.
Sobre su actividad en el Ejecutivo vasco, prometió que habrá "planes" para afrontar la crisis, la vivienda y el empleo, la calidad de la sanidad, el "prestigio" de la educación, el euskera, la cultura, los mayores, la igualdad, la cooperación o el cambio climático.
López defendió que el proyecto socialista es "para la Euskadi real", poniendo "en el centro a las personas y no a las ensoñaciones milenarias que nos atan a un pasado atávico que nos impide progresar". De igual forma, subrayó que en su labor como lehendakari se preocupará de "cuidar y mimar la democracia" porque "no nos sobra nadie más que los violentos".
"Representamos el cambio que necesita Euskadi. Un cambio que no pretende revanchas ni pasar facturas a nadie, pero que quiere hacer las cosas de otra manera, para que dejemos de ser un país de broncas y conflictos permanentes, un país aburrido del blanco y negro, y nos abramos al color y al mestizaje y recuperemos el entendimiento", insistió.
Además, el dirigente del PSE prometió que si llega a la Lehendakaritza se ocupará de "abrir un nuevo tiempo que destierre el enfrentamiento permanente en que se nos ha querido sumir" con los gobiernos de Ibarretxe.
"Yo no quiero formar un Gobierno para dar alas a mis aspiraciones particulares. Conmigo no habrá un plan López, ni habrá propuestas que sirvan sólo para dividir a la sociedad vasca. Yo sí pondré en marcha muchos planes para llevar todos y cada uno de los nombres y apellidos de los ciudadanos y ciudadanas de este país que tienen problemas y que necesitan respuestas y soluciones", añadió.
Sobre su actividad en el Ejecutivo vasco, prometió que habrá "planes" para afrontar la crisis, la vivienda y el empleo, la calidad de la sanidad, el "prestigio" de la educación, el euskera, la cultura, los mayores, la igualdad, la cooperación o el cambio climático.
López defendió que el proyecto socialista es "para la Euskadi real", poniendo "en el centro a las personas y no a las ensoñaciones milenarias que nos atan a un pasado atávico que nos impide progresar". De igual forma, subrayó que en su labor como lehendakari se preocupará de "cuidar y mimar la democracia" porque "no nos sobra nadie más que los violentos".
"Representamos el cambio que necesita Euskadi. Un cambio que no pretende revanchas ni pasar facturas a nadie, pero que quiere hacer las cosas de otra manera, para que dejemos de ser un país de broncas y conflictos permanentes, un país aburrido del blanco y negro, y nos abramos al color y al mestizaje y recuperemos el entendimiento", insistió.