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Rajoy denuncia que el objetivo de Zapatero es "triturar" a la oposición mientras "dialoga con una organización terrorista"

Mariano Rajoy denunció este jueves que el "único objetivo" de Zapatero es "ver cómo se tritura a la oposición" y, mientras dialoga con una "organización terrorista" como ETA-Batasuna, veta propuestas del PP en el Parlamento. "Estamos en una situación que ni con Stalin", dijo. Lo que el Gobierno pretende, apuntaba, es que la oposición "aplauda y guarde silencio". Mientras Gara ha desvelado nuevos compromisos del Gobierno en la negociación con ETA.


  • Zaplana aprecia "macabras coincidencias" con ETA
  • Mariano Rajoy denunció este jueves que el "único objetivo" de Zapatero es "ver cómo se tritura a la oposición" y, mientras dialoga con una "organización terrorista" como ETA-Batasuna, veta propuestas del PP en el Parlamento. "Estamos en una situación que ni con Stalin", dijo. Lo que el Gobierno pretende, apuntaba, es que la oposición "aplauda y guarde silencio". Mientras Gara ha desvelado nuevos compromisos del Gobierno en la negociación con ETA. Zaplana aprecia "macabras coincidencias" con ETA
    L D (Agencias) "Mientras se dialoga con Batasuna, se le dice al PP que no puede poner condiciones y que ni siquiera puede presentar propuestas", criticó Rajoy, quien consideró que esto es "la negación de la democracia", ante lo que, reiteró, "seguiremos presentando propuestas", en concreto, las cinco anunciadas en días atrás. Señaló que "el gobierno no es quién para decir que las propuestas del PP no se debaten", al tiempo que reiteró que "para defender propuestas que sirvan para derrotar a ETA esté siempre en primera línea de batalla, le guste o no al gobierno de la Nación, porque esto es una democracia". El líder del PP significó tener la sensación "de que lo que quieren algunos es el silencio cómplice" y aseguró que no terminará aplaudiendo "una política antiterrorista descabellada, absurda y letal para España".
     
    Rajoy se refería así al boicot de los grupos parlamentarios para que no se debatan propuestas del PP sobre ETA respondiendo al "cordón sanitario" que pedía Federico Luppi, y según Zaplana, al llamamiento de ETA a "alejarse del PP" en el último comunicado. Por la mañana, el presidente del PP dijo que "estamos ante una situación claramente antidemocrática que no voy a aceptar de ninguna manera". Mariano Rajoy ha recordado que representa a cerca de diez millones de españoles y que tiene la obligación de defender los intereses de esas personas y, "cuando el Gobierno lo hace mal", presentar propuestas.
     
    En una rueda de prensa en la calle, Rajoy calificó de "dramático" que a un partido democrático "se le diga que sus propuestas son vetadas en el Parlamento mientras se dialoga con una organización terrorista". Es algo que "no pasa en ningún país del mundo y es inaceptable". Ante esta situación, Rajoy se preguntó, por tanto, "qué se puede debatir en las Cortes, ¿lo que diga el Gobierno?, ¿para qué están entonces lo partidos políticos?". "Es algo realmente sorprendente", apostilló. "Ni con Stalin", se quejaba el jefe de la oposición, indignado con que haya un Gobierno que dice "que no podemos hacer propuestas y que lo que tenemos que hacer es aplaudir y guardar silencio". No va a ser así, ha anunciado, porque "nadie puede impedir que un diputado del PP defienda las ideas en las que cree mucha gente y que pida la derrota de ETA".
     
    Prudencia y cautela
     
    Respecto al Pacto por las Libertades, reiteró que el PSOE lo rompió en 2005 "criticando a los que mantuvimos nuestra palabra, a los que nos mantuvimos en el pacto", que calificó como "el instrumento más eficaz en la lucha contra ETA porque apostaba por la derrota de la banda y no por la negociación". En este sentido, habló de las responsabilidades de Zapatero y recordó que aunque éste pidió confianza en la lucha contra la banda y dijo el 29 de diciembre "el año que viene estaremos mucho mejor", el día 30 se produjo el "deleznable" atentado en Barajas. "¿Qué confianza pueden tener los españoles en aquel que ha carecido de la elemental prudencia que debe tener un  gobernante a la hora de hablar de un tema como el terrorismo?", se preguntó. Así, apeló a la prudencia y la cautela en estos asuntos "porque sino, al final, aunque uno no quiera termina engañando a la gente".
     
    Rajoy criticó que tras el día 30, Zapatero "en vez de decir a los españoles lo que querían oír, que es se acabó, no hay más diálogo" tan sólo "balbuceó unas palabras incomprensibles y fue incapaz de controlar su propia perplejidad", lo que consideró "no es el papel propio de un presidente del gobierno". En este punto, insistió en que el PP quiere la unidad "para la derrota de ETA y no para negociar ni para pagarle nada a ETA, porque nada se le debe".
     
    Declaró que el Gobierno "ya no defiende su gestión", algo que, de todos modos, consideró "muy difícil" de hacer. Ante esta situación, abogó por "el consenso, el diálogo en los temas fundamentales y el debate en los asuntos que nos diferencian porque la democracia es debate y formas distintas de ver las cosas". "También es conseguir acuerdo en las reglas de juego y en los temas fundamentales", apostilló. A juicio del presidente del Partido Popular, en esta legislatura "se ha jugado a dividir, que es lo peor que puede hacer un gobernante, y se ha jugado a dividir en las reglas del juego, que es lo que unía a todos; en lo que es España, en la memoria histórica, en la lucha contra el terrorismo".
     
    "Lo que es España lo deben decidir los españoles, que votan mayoritaria y fundamentalmente a dos partidos políticos, el PP y el PSOE", manifestó, añadiendo que lo ocurrido en esta legislatura "no tiene nombre". "Yo he combatido democrática y legítimamente al socialismo, pero en España no hay un problema de socialismo --aseveró--, puesto que aquí no se debate de derechas ni de izquierdas, sino que se debate si queremos un gobierno con sentido común, que actúe con un poco de normalidad, con un poco de seriedad y que genere un mínimo de confianza".
     
    Un Gobierno sin rumbo conocido
     
    Rajoy, quien asistió a una comida-mitin en el Palacio de Congresos de Marbella (Málaga), a la que asistieron más de un millar de militantes y simpatizantes y que contó con la presencia de dirigentes del partido como el presidente regional, Javier Arenas, y el provincial, Joaquín Ramírez, además de la candidata a la Alcaldía marbellí, Ángeles Muñoz, y otros alcaldes populares de la provincia, indicó que "no hay gobiernos ni de derechas ni de izquierdas porque no hay un rumbo conocido ni una política clara y la gente no sabe dónde va".
     
    El líder del PP señaló que trabaja para que "en España haya un gobierno normal, que se ocupe de lo que verdaderamente preocupa a la gente, a los españoles, que tenga un rumbo conocido, aunque sea discutible, y un criterio político claro, que sepa lo que va a hacer y lo que hay que hacer". Al respecto, comentó que para ello sólo se necesita "un poquito de sentido común y de sensatez y mirar por los intereses generales". Criticó que esta legislatura "ha sido un desbarajuste", caracterizándose por "las frases y las declaraciones sin contenido, pero no por las políticas en mayúsculas porque no ha habido un proyecto ni un programa ni unas medidas ni se ha estado en lo que verdaderamente interesa al conjunto de los españoles".

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