En una entrevista con Europa Press, Javier Arenas no ha ahorrado elogios para valorar la forma de actuar de su jefe de filas. Dijo, por ejemplo, que Mariano Rajoy ha llevado todo el caso Gürtel "desde una profunda experiencia política y como mucha sensatez e inteligencia, y siempre ayudando a nuestros compañeros en la defensa de su inocencia".
Una opinión no compartida por muchos en el partido, que, en declaraciones a Libertad Digital, criticaron los silencios de Rajoy sobre la presunta trama de corrupción. Es más, el líder del PP todavía no se ha referido a la dimisión forzada de su tesorero, Luis Bárcenas.
Pese a todo, Arenas se muestra convencido de que Rajoy afrontará el curso político a partir de septiembre "con muchos problemas despejados en el horizonte, con más fortaleza que nunca y con unas encuestas más a favor que nunca", mientras que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, lo hará con "una extraordinaria complejidad a partir de la evolución de la economía y del debate presupuestario, que, probablemente, sea uno de los debates más complejos de la historia de la democracia, aunque han paliado parcialmente la complejidad del mismo con el pacto con ERC en financiación autonómica".
Naranjas de Barberá y polvorones de Basagoiti
El vicesecretario general de Política Autonomía y Local del PP y presidente del partido en Andalucía también consideró que los políticos españoles y representantes públicos no deberían de aceptar "regalos de valor" y se mostró partidario de que existiera una norma que regulara todo este asunto.
Arenas dijo sobre la situación del presidente de la Comunidad Valenciana, Francisco Camps, que siempre ha sido un ejemplo "de decencia en el desempeño de sus funciones". "Confío en que pronto jurídicamente ese asunto tenga un desenlace feliz", apuntó, para después decir que las situaciones de Camps y del hasta ahora tesorero del PP "son completamente distintas".
Al hilo del debate sobre los regalos que suelen recibir los políticos, Arenas admitió que él todas las navidades recibe "algunos obsequios" que comparte con su equipo, como pueden ser naranjas procedentes de Valencia que le envía la alcaldesa de la ciudad, Rita Barberá; aceite que le remiten compañeros de Jaén, o frutas y hortalizas del presidente del PP almeriense, Gabriel Amat. Agregó que él mismo remite en Navidades polvorones a compañeros de partido, como del PP vasco, y a periodistas.
Estos "detalles" en Navidad, según Javier Arenas, son un "hábito social" en España y en este asunto no está precisamente, a su juicio, el problema, sino en el hecho de que haya representantes públicos que puedan "aceptar regalos de valor", cuando no deberían hacerlo.
Tras señalar que él personalmente nunca ha aceptado ningún regalo de valor, estimó que "no sería negativo que existieran unas normas concretas para todos los representantes públicos sobre este asunto", que delimitaran lo que se puede aceptar y lo que no.