Es un caso perdido. Rubalcaba salió de portavoz de las Cortes para hacerse cargo de interior, coincidiendo con los múltiples goteos de información sobre el 11M que echaban cada vez más por tierra la versión oficial.
La tarea del nuevo ministro, supongo que a petición propia, pues tenía la experiencia del caso GAL, fue unificar policia y guardia civil y acabar con las filtraciones.
Nadie sería responsable de las irregularidades (por decirlo de alguna forma) que pudieran aparecer.
Nadie debia (ni podría) descargarse de sus responsabilidades alegando obediencia debida.
De momento todo va bien y sigue bajo control. Los escrupulos no son buenos. ¿Acaso se podria ser portavoz del Gobierno de los GAL?
Pero mala cosa son las conversaciones de Amedo y los treinta millones de pesetas que hoy publica El Mundo. Mala cosa creer que el silencio y los secretos duran siempre. A veces sí, pero otras veces no. Y en el caso del 11M acabaremos sabiendo quien estuvo detrás de las ordenes que llevaron a cometer tantas irregularidades. Y sabremos porque lo hacían. Aunque la hija de Pajín alegue que no es responsable de nada porque era muy pequeña.
Es un caso perdido. Rubalcaba salió de portavoz de las Cortes para hacerse cargo de interior, coincidiendo con los múltiples goteos de información sobre el 11M que echaban cada vez más por tierra la versión oficial.
La tarea del nuevo ministro, supongo que a petición propia, pues tenía la experiencia del caso GAL, fue unificar policia y guardia civil y acabar con las filtraciones.
Nadie sería responsable de las irregularidades (por decirlo de alguna forma) que pudieran aparecer.
Nadie debia (ni podría) descargarse de sus responsabilidades alegando obediencia debida.
De momento todo va bien y sigue bajo control. Los escrupulos no son buenos. ¿Acaso se podria ser portavoz del Gobierno de los GAL?
Pero mala cosa son las conversaciones de Amedo y los treinta millones de pesetas que hoy publica El Mundo. Mala cosa creer que el silencio y los secretos duran siempre. A veces sí, pero otras veces no. Y en el caso del 11M acabaremos sabiendo quien estuvo detrás de las ordenes que llevaron a cometer tantas irregularidades. Y sabremos porque lo hacían. Aunque la hija de Pajín alegue que no es responsable de nada porque era muy pequeña.