LD (EFE) En una conferencia de prensa, el gobernador de la provincia sureña afgana de Kandahar, Asadulá Jalid, anunció la detención de nueve terroristas talibanes, entre ellos Sayed Ahmad, el líder del grupo, acusados de los últimos atentados que han dejado 140 muertos.
El más grave de ellos se produjo el domingo, cuando un terrorista suicida aprovechó una aglomeración de cientos de lugareños en torno a una pelea de perros para hacer estallar la carga explosiva que llevaba y causar la muerte de unas cien personas.
El lunes, al menos 35 civiles murieron y otros 30 resultaron heridos en un ataque en la zona de Spin Boldak, en el este de la región, que iba dirigido contra un convoy canadiense y en que un soldado resultó herido. Al día siguiente, la explosión de un coche-bomba causó la muerte de un civil y heridas a otros cinco en la ciudad de Kandahar.