L D (EFE) La protesta, bajo el lema "Kosovo es Serbia", comenzó a primera hora de esta tarde pero ya desde unas horas antes se habían empezado a aglomerar centenares de serbios frente al edificio del Parlamento, en el centro de Belgrado. Todo transcurrió con normalidad.
Según estaba previsto, la protesta, organizada por el gobierno y varios partidos parlamentarios, comenzó con la entonación del himno nacional "Dios de justicia". Y luego, desde una amplia tribuna instalada frente al Parlamento, el primer ministro, Vojislav Kostunica, dirigió un discurso.
Inició el parlamento diciendo que Kosovo es parte de Serbia "desde siempre, y para siempre será así". "No hay fuerza, amenaza ni condena que haga que un serbio diga que Kosovo es otra cosa si no Serbia", exclamó Kostunica, seguido de gritos de apoyo de los cientos de miles de personas concentradas en la capital.
"Si renunciamos a nuestro origen, la historia, entonces ¿quiénes somos?", preguntó Kostunica tras enumerar los monasterios medievales serbios que hay en Kosovo. Para muchos serbios, Kosovo es el centro de su identidad nacional y de su espiritualidad cristiana ortodoxa que fue conquistado en 1912.
El primer ministro criticó a las grandes potencias occidentales al insistir en que "piden a Serbia que se humille" y renuncie a Kosovo, y dijo que "nadie obtendrá el mandato del pueblo serbio para que acepte ese comercio poco decente". Entre los manifestantes se podían ver banderas españolas, en señal de afecto por no haber reconocido esa soberanía unilateral.
Sus palabras fueron seguidas de gritos de los congregados y exclamaciones de lemas como "No damos Kosovo" o "Kosovo es el corazón de Serbia".
"No renunciamos a nuestro lugar en el mundo, pero pedimos que lo obtengamos como los demás pueblos y Estados. Eso es justicia, el derecho internacional en el siglo XXI. Todo lo demás es la fuerza", continuó Kostunica.
"Si renunciamos a nuestro origen, la historia, entonces ¿quiénes somos?", preguntó Kostunica tras enumerar los monasterios medievales serbios que hay en Kosovo. Para muchos serbios, Kosovo es el centro de su identidad nacional y de su espiritualidad cristiana ortodoxa que fue conquistado en 1912.
El primer ministro criticó a las grandes potencias occidentales al insistir en que "piden a Serbia que se humille" y renuncie a Kosovo, y dijo que "nadie obtendrá el mandato del pueblo serbio para que acepte ese comercio poco decente". Entre los manifestantes se podían ver banderas españolas, en señal de afecto por no haber reconocido esa soberanía unilateral.
Sus palabras fueron seguidas de gritos de los congregados y exclamaciones de lemas como "No damos Kosovo" o "Kosovo es el corazón de Serbia".
"No renunciamos a nuestro lugar en el mundo, pero pedimos que lo obtengamos como los demás pueblos y Estados. Eso es justicia, el derecho internacional en el siglo XXI. Todo lo demás es la fuerza", continuó Kostunica.
Deportistas, cineastas...
En la macroconcentración participaron personalidades públicas, entre ellos el director de cine Emir Kusturica o el baloncestista Dejan Bodiroga. El tenista Novak Djokovic, por ejemplo, se iba a dirigir por teléfono desde un lugar en el extranjero, según adelantaron los medios locales.
Toda Serbia sin distinción de clase o condición salía en masa para protestar contra la independencia de Kosovo que consideran ilegal y reivindican la legalidad internacional. La declaración sostienen es una una violación flagrante de la Carta de la ONU y "una injusticia histórica" y reivindican la Resolución 1244 del Consejo de Seguridad por la que se sostiene la defensa de la integridad territorial de Serbia.
Los líderes del país y de Belgrado instaron a los ciudadanos a protestar "con calma y dignidad" y a "mostrar al mundo que Serbia no acepta la independencia de Kosovo".
Asalto a las embajadas
Una vez concluida la protesta, grupos de jóvenes incontrolados asaltaron las embajadas de EEUU y de otros países como Turquía y Croacia que han reconocido el nuevo estatus de la hasta ahora provincia serbia.
Los ataques a la embajada norteamericana terminaron por prender fuego a parte del inmueble tras el lanzamiento de bengalas. Los disturbios en distintos puntos de la capital dejaron unas 30 personas heridas, entre ellas miembros de las fuerzas de seguridad que se vieron obligados a intervenir para calmar la furia de los jóvenes manifestantes.
El incendio de la embajada norteamericana, que al parecer afectó sólo a una de las oficinas de la legación diplomática norteamericana, clausurada esta semana, fue apagado poco después por los bomberos, que también tuvieron que sofocar las llamas de un restaurante de la firma estadounidense McDonald en la céntrica Plaza Slabvija.
Manifestación en Mitrovica
Los ecos de la macromanifestación de Belgrado se pudieron oir en la ciudad kosovar de Mitrovica en la que varios miles de estudiantes de la Universidad de Pristina participaron en una protesta contra la proclamación de independencia de Kosovo y su reconocimiento por parte de algunos países.
Reservistas entran en Kosovo
Unos centenares de antiguos reservistas militares serbios protestaron hoy en el sur de Serbia y traspasaron por un momento la línea de delimitación con Kosovo donde chocaron con la policía kosovar, sin que se registraran heridos.
Según los medios serbios, esos reservistas que protestaron en la localidad de Merdare contra la independencia de Kosovo, lanzaron piedras contra los policías kosovares, que, vestidos con uniformes antidisturbios, formaron un cordón para impedir su paso.
Soldados de la fuerza multinacional en Kosovo KFOR, al mando de la OTAN, acudieron a la zona para prevenir incidentes, formaron un cordón e instalaron alambradas para impedir el paso de los manifestantes. De acuerdo con los medios serbios, los reservistas congregados se dispersaron poco después de la llegada de soldados de la KFOR.