(Libertad Digital) Con la cifra de 68 escaños de la mayoría absoluta como referencia, ya se ha dicho todo acerca de las posibles combinaciones: CiU con ERC (69), CiU con PSOE (88), PSOE con ERC e ICV (74). Dejando a un lado la propuesta de "gobierno de concentración" excluyente –no admite al PP pese a tener sólo 8 diputados menos que ERC y 6 más que ICV–que propuso el líder de ERC, Carod Rovira, el PSOE no consigue centrar su estrategia. La cercanía de las elecciones generales parece estar condicionando sus movimientos en el caso de que barajen la posibilidad de llegar, aunque sea con debilidad y necesidad de apoyo, a La Moncloa.
Cuando se comparan las declaraciones de Manuel Chaves, presidente de Andalucía, con la de Juan Carlos Rodríguez Ibarra, presidente de Extremadura, se obtiene como resultado un choque frontal. El extremeño defiende un pacto del PSC con CiU para evitar que la política catalana se parezca demasiado a la vasca y peligre desde dos frentes la unidad de España. Pero Chaves, que además es el presidente nacional del PSOE, califica ese acuerdo como un "fraude a los propios electores". Ante esta primera gran discrepancia, es lógico tratar de saber qué piensa el secretario general José Luis Rodríguez Zapatero. Pero desgranar su análisis no aporta sino más confusión.
Este martes dijo que su apuesta es por un Gobierno estable, por un Ejecutivo que garantice la cohesión territorial –no se habla de cohesión nacional– y presidido por Maragall, porque es el que más votos obtuvo. A juzgar por esta premisa, tendría que referirse a CiU, pero resulta inimaginable que en ese acuerdo Maragall apareciera como presidente. Si no es así, y se refiere a ERC, no encaja es ese respeto a la cohesión, a no ser que esté hablando exclusivamente de la cohesión de Cataluña o que de verdad se esté planteando la apuesta de Carod Rovira y su "gobierno de concentración".
Con este panorama quedan pocas salidas. Una, que todo sean declaraciones evasivas para no dar un solo dato, y otra, que el PSOE se refiera sólo a Cataluña cuando habla de "cohesión territorial", en cuyo caso, la ERC de Carod Rovira sería sin duda la mejor garantía. De momento, el ex presidente del Gobierno, Felipe González, dice tener una clave: a esta situación se ha llegado por culpa del PP. Y Zapatero ya se ha acogido a la estrategia que, al menos, le permite seguir sin detallar qué prefiere.
La culpa de todo es del PP, según González
El ex presidente del Gobierno Felipe González admitió que el PSC ha tenido "un mal resultado" aunque se mostró más preocupado por "la crisis territorial" que, en su opinión, se ha creado durante los gobiernos del PP, y "de la que nadie quiere hacerse cargo". El ex líder del PSOE aseguró que no ha "oído" a ningún dirigente de su partido mostrarse "públicamente" en contra de un pacto del PSC con ERC. Añadió que desacreditar posibles pactos que incluyan a CiU o ERC supone "un disparate" que afecta a "un tema tan serio" como es la articulación de "la España diversa, que no es lo mismo que la España plural", y alertó de que "vamos a terminar en la deriva absurda" de responsabilizar de la situación de Cataluña "al PNV".
González precisó que "el pluralismo se refiere a las ideas" y "la diversidad a los sentimientos de pertenencia", por lo que "es más fácil gobernar el pluralismo" que "gobernar los sentimientos de identidad diversos y eso hace mucho tiempo que no se gobierna". Después lanzó una pregunta a los periodistas haciendo ver que la respuesta era fácil: "¿Quién sería el primer responsable a ojos del PP si con un gobierno socialista se hubiera planteado la crisis del País Vasco tal y como está y la situación, no crisis, de Cataluña". En suma, dice González concluye: "Me preocupa cuál es el trasfondo de esta crisis territorial de la que nadie quiere hacerse cargo".
González precisó que "el pluralismo se refiere a las ideas" y "la diversidad a los sentimientos de pertenencia", por lo que "es más fácil gobernar el pluralismo" que "gobernar los sentimientos de identidad diversos y eso hace mucho tiempo que no se gobierna". Después lanzó una pregunta a los periodistas haciendo ver que la respuesta era fácil: "¿Quién sería el primer responsable a ojos del PP si con un gobierno socialista se hubiera planteado la crisis del País Vasco tal y como está y la situación, no crisis, de Cataluña". En suma, dice González concluye: "Me preocupa cuál es el trasfondo de esta crisis territorial de la que nadie quiere hacerse cargo".
Ahora esta es también la tesis también de Zapatero. Tras una visita a un centro de atención a personas autistas, dijo que en las elecciones catalanas hay dos cuestiones claras: una, que el PP pasa de ser "determinante" a "irrelevante". Y la otra que el PSC pasa de estar en la oposición a poder gobernar Cataluña con un Gobierno que debe ser de "progreso". Lamentó que "nunca" las fuerzas políticas con " tentaciones soberanistas " han tenido tanto apoyo, por eso recordó al PP que son ellos los que gobiernan desde hace más de siete años. Y para asentar su análisis, concluyó: " Con los gobiernos socialistas de Felipe González esto no pasaba ".