L D (EFE) Los disidentes, acusados de atentar contra la independencia del Estado, conspirar con Estados Unidos y socavar los principios de la revolución, cumplen condena en distintas cárceles de alta seguridad repartidas por el país.
Durante los últimos meses, familiares y organizaciones internacionales defensoras de los derechos humanos han denunciado su situación en las prisiones cubanas, en especial por la falta de condiciones higiénicas y sanitarias aceptables. Pese a las denuncias, las condiciones de los opositores encarcelados "siguen siendo pésimas", según Gisela Delgado, esposa de Héctor Palacios, miembro del ilegal movimiento "Todos Unidos" y condenado a 25 años. "Los están internando con presos comunes y los están separando, intentando dividirlos", dijo Delgado.
Ni Delgado ni Miriam Leyva, esposa del economista independiente Oscar Espinosa Chepe, sentenciado a 20 años, confían en que la situación mejore en los próximos meses. "El problema es que el gobierno no quiere reconocer que tiene presos políticos, pero tiene en su mano la solución para que en Cuba haya cambios por vías pacíficas", señaló Delgado. Ambas participarán este miércoles en la jornada de ayuno y oración convocada en demanda de la libertad de los presos políticos de la isla, coincidiendo con el Día Internacional de los Derechos Humanos. También grupos del exilio cubano en Miami anunciaron iniciativas similares para denunciar la "opresión en Cuba y la situación de los presos políticos".
Según Elizardo Sánchez, líder de la ilegal Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional (CCDHRN), en el último semestre "aumentó ligeramente" el número de presos de conciencia en la isla que, de acuerdo con sus cálculos, superan los 300. Al menos veinte de ellos "están seriamente enfermos y el gobierno no muestra ninguna disposición a liberarles". A su juicio, la situación de los derechos humanos "ha empeorado este año" en Cuba y "lo más inquietante es que, a menos que ocurra un milagro, va a empeorar a lo largo del próximo año". "Hay una atmósfera de intolerancia hacia toda actividad que se hace al margen del monopolio estatal" y el gobierno "seguirá respondiendo con acciones represivas a las demandas de mayores espacios de libertades civiles y económicas", señaló.
En opinión de Sánchez, "el aumento de la represión está relacionado con que sigue en pie en Cuba un modelo totalitario que es esencialmente represivo y carcelario". "Si hay desempleo, pobreza o descontento, el gobierno responde con represión", denunció. El próximo año, pronosticó, el clima de descontento crecerá porque los salarios no permiten superar "la pobreza y el deterioro de los niveles de vida". "Esto continuará siendo una fuente del descontento popular (...), a la que el gobierno responderá con represión e intimidación", lamentó.