L D (EFE) Se trata de una obra de síntesis de casi 600 páginas, en las que Vidal recoge la dinámica de las relaciones entre España y el Islam durante 13 siglos, pues hasta ahora, comentó el autor, sobre esta cuestión existían únicamente estudios especializados o reportajes modernos.
El aporte documental contiene 60 textos de todas las épocas, entre los que figuran la narración musulmana de la resistencia de Pelayo, el motín del arrabal de Córdoba del año 818, los textos de Al-Udri sobre la aceifa, diversas crónicas de los territorios cristianos o las versiones musulmanas y cristianas de la batalla de Las Navas de Tolosa.
España estaba en la ruta de expansión musulmana desde el comienzo, comentó César Vidal, lo que produjo en el siglo VIII una catástrofe de la cultura visigótica, que con San Isidoro había alcanzado un adelanto de dos siglos respecto al renacimiento carolingio. El país invadido se desconectó de la historia occidental europea, de la que había formado parte como provincia romana con emperadores o filósofos, caso de Séneca, y necesitó ocho siglos para recuperar su territorio y tres más luchando contra la agresión de los berberiscos y el imperio otomano en sus costas mediterráneas.
España estaba en la ruta de expansión musulmana desde el comienzo, comentó César Vidal, lo que produjo en el siglo VIII una catástrofe de la cultura visigótica, que con San Isidoro había alcanzado un adelanto de dos siglos respecto al renacimiento carolingio. El país invadido se desconectó de la historia occidental europea, de la que había formado parte como provincia romana con emperadores o filósofos, caso de Séneca, y necesitó ocho siglos para recuperar su territorio y tres más luchando contra la agresión de los berberiscos y el imperio otomano en sus costas mediterráneas.
El mito de la convivencia
Hasta nuestros días, señaló César Vidal, han existido conflictos con los países islámicos, caso de Sidi Ifni, la "marcha verde" o las reivindicaciones de Ceuta y Melilla. Vidal se identifica más con la teoría de Sánchez Albornoz que con la de Américo Castro, pues opina que la convivencia de las tres culturas en el territorio peninsular no deja de ser un mito. El gran problema del Islam en España fue, según Vidal, las divisiones raciales y el control de la mayoría, bilingüe romance-latín, por minorías que miraban "por encima del hombro" a los bereberes y a los muladíes hispánicos.
El Islam español aguantó tanto tiempo en la península, en opinión de Vidal, por las sucesivas invasiones de oleadas integristas procedentes del Norte de Africa como almoravides, almohades y benimerines y, cuando surgieron los reinos de taifas, los dirigentes fueron no sólo árabes, sino andalusíes, bereberes y eslabones. La aportación de los árabes a la cultura española fue escasa, según Vidal, pues los baños, las casas y los regadíos son de origen romano y también los elementos arquitectónicos como el arco de herradura.
Hasta nuestros días, señaló César Vidal, han existido conflictos con los países islámicos, caso de Sidi Ifni, la "marcha verde" o las reivindicaciones de Ceuta y Melilla. Vidal se identifica más con la teoría de Sánchez Albornoz que con la de Américo Castro, pues opina que la convivencia de las tres culturas en el territorio peninsular no deja de ser un mito. El gran problema del Islam en España fue, según Vidal, las divisiones raciales y el control de la mayoría, bilingüe romance-latín, por minorías que miraban "por encima del hombro" a los bereberes y a los muladíes hispánicos.
El Islam español aguantó tanto tiempo en la península, en opinión de Vidal, por las sucesivas invasiones de oleadas integristas procedentes del Norte de Africa como almoravides, almohades y benimerines y, cuando surgieron los reinos de taifas, los dirigentes fueron no sólo árabes, sino andalusíes, bereberes y eslabones. La aportación de los árabes a la cultura española fue escasa, según Vidal, pues los baños, las casas y los regadíos son de origen romano y también los elementos arquitectónicos como el arco de herradura.