(LIbertad Digital) El estadio de Stamford Bridge ha vivido este martes uno de esos partidos míticos de noche europea, digno de grabar en vídeo y ver una y otra vez. Un encuentro que comenzó poniéndosele muy cuesta arriba al Barça cuando sólo se habían disputado siete minutos de juego: el islandés Eidur Gudjohnsen convirtió en gol la primera llegada del equipo local después de que Kezman aprovechase un resbalón de Xavi en el centro del campo para lanzar el contragolpe. Nueve minutos después, Frank Lampard recogió un rechace de Víctor Valdés a un disparo de Joe Cole y encarriló la eliminatoria. En pleno desconcierto azulgrana, Damien Duff pareció sentenciar el pase a cuartos del conjunto de José Mourinho (minuto 18).
No es sólo la sensación de debilidad defensiva que ofrecía el Barcelona, sino su incapacidad para crear peligro, lo que atenazaba a un equipo que se sentía superior pero que no sabía cómo demostrarlo, con Deco, Xavi e Iniesta perdidos en el centro del campo. En ese momento, cuando el Barça parecía colgar una nueva fecha negra de su calendario, respondieron con carácter sus estrellas y, sobre todo, Ronaldinho. Avisó primero Samuel Eto'o, cuyo disparo despejó con apuros el meta checo Petr Cech y, acto seguido, el brasileño, con un remate de cabeza que se fue fuera de poco.
En medio del acoso, el Barcelona encontró un inesperado aliado en Paulo Ferreira, que de forma inocente despejó con la mano un balón colgado al área que difícilmente hubiese cabeceado con peligro Eto'o. Señaló el penalti Pierluigi Collina y no le tembló el pulso a Ronaldinho para dar vida al conjunto de Frank Rijkaard (minuto 27). Pero el golpe decisivo, la acción de calidad que define al centrocampista brasileño como un jugador extraordinario se produjo doce minutos después, cuando Dinho sacó un disparo imposible al borde del área, tras amagar con la cadera y colocar el balón, con efecto, junto al poste, con Cech como asombrado de espectador.
Fue un gran gol para dar la tranquilidad al Barcelona, pero el conjunto de Rijkaard no supo gestionar un marcador favorable y vivió con el pulso acelerado en una segunda mitad vibrante, en la que creó tantas ocasiones para sentenciar la eliminatoria como dio opciones a su rival para recuperarse. Llegó el Barcelona con claridad, pero no concretó, ni en una acción en la que Eto'o envió la pelota a las nubes tras un disparo al poste de Iniesta y, un minuto después, se encontró fuera de Europa, por dos errores incomprensibles.
El primero de ellos fue de Gerard, titular por su mejor juego aéreo, que no supo cómo tapar al central John Terry, un peligro anunciado durante toda la temporada, y, el segundo, del árbitro asistente, que no quiso señalar el agarrón de Carvalho sobre Víctor Váldes, instantes después de que cabecease el defensa del Chelsea. Con todo perdido y con un cuarto de hora por delante, Rijkaard envió todo su arsenal al campo. Sacó a Maxi López y a Giuly y metió en su área al Chelsea, pero no fue suficiente para cambiar el curso de una eliminatoria que vuelve a encumbrar a Mourinho. Probablemente, el equipo inglés no haya sido mejor que el Barcelona en el conjunto de la eliminatoria, pero ha sabido mantenerse siempre a flote y a la espera de un fallo de un Barça al que no le bastó la magia de Ronaldinho. El equipo azulgrana dice adiós a Europa y ahora se agarra a la Liga como a un clavo ardiendo.
No es sólo la sensación de debilidad defensiva que ofrecía el Barcelona, sino su incapacidad para crear peligro, lo que atenazaba a un equipo que se sentía superior pero que no sabía cómo demostrarlo, con Deco, Xavi e Iniesta perdidos en el centro del campo. En ese momento, cuando el Barça parecía colgar una nueva fecha negra de su calendario, respondieron con carácter sus estrellas y, sobre todo, Ronaldinho. Avisó primero Samuel Eto'o, cuyo disparo despejó con apuros el meta checo Petr Cech y, acto seguido, el brasileño, con un remate de cabeza que se fue fuera de poco.En medio del acoso, el Barcelona encontró un inesperado aliado en Paulo Ferreira, que de forma inocente despejó con la mano un balón colgado al área que difícilmente hubiese cabeceado con peligro Eto'o. Señaló el penalti Pierluigi Collina y no le tembló el pulso a Ronaldinho para dar vida al conjunto de Frank Rijkaard (minuto 27). Pero el golpe decisivo, la acción de calidad que define al centrocampista brasileño como un jugador extraordinario se produjo doce minutos después, cuando Dinho sacó un disparo imposible al borde del área, tras amagar con la cadera y colocar el balón, con efecto, junto al poste, con Cech como asombrado de espectador.
Fue un gran gol para dar la tranquilidad al Barcelona, pero el conjunto de Rijkaard no supo gestionar un marcador favorable y vivió con el pulso acelerado en una segunda mitad vibrante, en la que creó tantas ocasiones para sentenciar la eliminatoria como dio opciones a su rival para recuperarse. Llegó el Barcelona con claridad, pero no concretó, ni en una acción en la que Eto'o envió la pelota a las nubes tras un disparo al poste de Iniesta y, un minuto después, se encontró fuera de Europa, por dos errores incomprensibles.El primero de ellos fue de Gerard, titular por su mejor juego aéreo, que no supo cómo tapar al central John Terry, un peligro anunciado durante toda la temporada, y, el segundo, del árbitro asistente, que no quiso señalar el agarrón de Carvalho sobre Víctor Váldes, instantes después de que cabecease el defensa del Chelsea. Con todo perdido y con un cuarto de hora por delante, Rijkaard envió todo su arsenal al campo. Sacó a Maxi López y a Giuly y metió en su área al Chelsea, pero no fue suficiente para cambiar el curso de una eliminatoria que vuelve a encumbrar a Mourinho. Probablemente, el equipo inglés no haya sido mejor que el Barcelona en el conjunto de la eliminatoria, pero ha sabido mantenerse siempre a flote y a la espera de un fallo de un Barça al que no le bastó la magia de Ronaldinho. El equipo azulgrana dice adiós a Europa y ahora se agarra a la Liga como a un clavo ardiendo.
Ficha técnica del partido
Barcelona, 2: Valdés; Belletti (Giuly, m.84), Puyol, Oleguer, Van Bronckhorst (Silvinho, m.4); Deco, Gerard, Iniesta (Maxi López, m.86), Xavi; Ronaldinho y Eto'o
Goles: 1-0: m.8: Gudjohnsen; 2-0: Lampard; 3-0: m.19: Duff; 3-1: m.27: Ronaldinho, de penalti; 3-2: m.38: Ronaldinho; 4-2: m.75: Terry, de cabeza
Árbitro: Pierluigi Collina (Italia). Amonestó a los locales Ferreira (m.26) y Kezman (m.83) y a los visitantes Van Bronckhorst (m.29) y Xavi (m.68)
Incidencias: Partido de vuelta de octavos de final de la Liga de Campeones disputado en el estadio de Stamford Bridge ante unos 42.000 espectadores