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Claudio Hummes

Claudio Hummes, franciscano brasileño, es uno de los papables con más posibilidades, pese a que no hay candidatos oficiales. Tiene a su favor proceder de América. Se ha interesado en especial por la pobreza y por las violaciones de derechos humanos, que ha denunciado con insistencia. Es considerado conservador.

Claudio Hummes, franciscano brasileño, es uno de los papables con más posibilidades, pese a que no hay candidatos oficiales. Tiene a su favor proceder de América. Se ha interesado en especial por la pobreza y por las violaciones de derechos humanos, que ha denunciado con insistencia. Es considerado conservador.
(Libertad Digital) Claudio Hummes. Nació en Montenegro, Brasil, el 8 de agosto de 1934. Fue ordenado sacerdote franciscano en agosto de 1958 y obispo de Santo André en 1975. En su diócesis adquirió familiaridad con el mundo del trabajo, ya que se encuentran dos importantes plantas de producción de sendas compañías de coches.
 
En 1996 se trasladó a Fortaleza, donde se familiarizó con el activismo político. Adquirió fama de pacificador, y dio cabida a nuevos movimientos católicos. Dos años más tarde, cuando pensaba en el retiro, fue nombrado arzobispo de Sao Paulo, la segunda diócesis más grande de Latinoamérica. Allí ha apostado por la creación de nuevas parroquias. En Sao Paulo las diferencias económicas se observan en su mayor dimensión. Ya en San André habló de la necesidad de mejorar las condiciones del trabajo y la necesidad de una sociedad más justa.
 
Ha mostrado un especial interés por los pobres y se ha destacado en la violación de los derechos humanos. Está considerado un conservador. Coincide con el Vaticano en ver en el Evangelio y no en las ideologías políticas el camino por el que ha de llegar la ayuda a los más pobres. Ha criticado a los gobiernos que han hecho aumentar el desempleo, en su opinión. Se ha distanciado del movimiento de los Sin Tierra y se ha mostrado defensor de la propiedad privada.
 
Como franciscano y como brasileño su interés por conseguir aliviar la pobreza ha sido para él una constante, por lo que podría recibir el favor de quienes tienen el tercer mundo como el área de renovación de la Iglesia. Pero su pertenencia a una órden no le favorece.

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