(Libertad Digital) Francisco Javier Errázurriz Ossa. Nació el 5 de septiembre de 1933 en la capital chilena. Se diplomó en matemáticas en la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica Pontificia de Santiago de Chile. Se integró en el Movimiento Schönstatt, que nacía por entonces, y en el que colaboró durante ocho años. Fue miembro del Centro de Estudio y de la Federación de Estudiantes, mientras formaba parte de varias organizaciones universitarias del movimiento. Se amigó con el Siervo de Dios Mario Hitart, con quien fundaría, junto con otros, el movimiento apostólico mariano de Chile.
Se trasladó a la ciudad suiza de Friburgo, donde estudió filosofía, y en la que se ordenó sacerdote, en 1961, por el obispo de Talca, Manuel Larraín Errázuriz. Cuando se licenció en filosofía comenzó el doctorado en teología, que completaría en 1962. En octubre de ese año conoció a José Kentenich, padre del movimiento Schönstatt que había ayudado a fundar en Chile, y cuya paternidad espiritual considera un don de Dios.
Al año siguiente regresa a su país, donde realiza una labor pastoral como consultor de estudiantes universitarios y comunidades de jóvenes, hasta 1965, año en que recibe el encargo de trabajar como Superior Regional en Chile del Instituto Secular de los Padres de Schönstatt, aunque su ámbito de acción rebasaba su país natal, ya que también se ocupó durante ese tiempo, que concluyó en 1971, de la península Ibérica y de Ecuador. En esa época se convirtió en vicepresidente de la Conferencia de Religiosos en Chile. El cardenal Raúl Silva Henríquez se prestó a colaborar con la labor de Francisco Javier Errázurriz.
Desde 1971 y por tres años más fue miembro del Instituto del Concilio General, en Alemania, después del cual, en 1974, se convirtió en el presidente del Concilio Internacional del trabajo de Schönstatt, puesto en el que fue reelegido en 1980 y 1986. En calidad de su puesto, ha realizado numerosos viajes por Europa, América, África y Australia.
Fue nombrado arzobispo de Hólar en diciembre de 1990, y consagrado como tal en enero del año siguiente, por Juan Pablo II, asistido por uno de los que también suenan a la sucesión de Wojtyla, Giovanni Battista Re, entonces sustituto del Secretario de Estado, así como por el arzobispo de Bolsena. En Roma desempeñó funciones importantes y fue miembro de varios Consejos pontificios, así como de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Fue delegado por el Santo Padre a la novena Asamblea del Sínodo Mundial de Obispos celebrada en el Vaticano en octubre de 1994.
En 1996 fue transferido a la sede de Valparaíso, de la que se convirtió en arzobispo titular, que abandonó dos años más tarde para ocupar el mismo título, en Santiago de Chile. Es gran canciller de la Universidad Católica Pontificia de Chile desde 1998, año en que fue elegido presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, puesto en el que fue reelegido en 2001. En 1999 se convirtió en vicepresidente del Concilio Episcopal de Latinoamérica, institución de la que sería elegido presidente en 2003 y por un mandato que se prolonga hasta 2007. En 2001 sería creado cardenal.