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INVESTIGARÁN LA REVUELTA DE LA SEMANA PASADA

Uzbekistán permite que embajadores y corresponsales extranjeros visiten la ciudad de Adizhán

El régimen de Uzbekistán ha permitido que un grupo de embajadores y corresponsales extranjeros viajen desde la capital, Tashkent, a la ciudad de Adizhán, donde el pasado fin de semana estalló una revuelta que se ha saldado con cientos de muertos. El Gobierno de Islam Karímov califica de falsas las denuncias de la oposición de que en los enfrentamientos han muerto 745 personas, la mayoría a manos de los cuerpos de seguridad uzbekos. La Fiscalía cifra el número total de víctimas en 169.

El régimen de Uzbekistán ha permitido que un grupo de embajadores y corresponsales extranjeros viajen desde la capital, Tashkent, a la ciudad de Adizhán, donde el pasado fin de semana estalló una revuelta que se ha saldado con cientos de muertos. El Gobierno de Islam Karímov califica de falsas las denuncias de la oposición de que en los enfrentamientos han muerto 745 personas, la mayoría a manos de los cuerpos de seguridad uzbekos. La Fiscalía cifra el número total de víctimas en 169.
LD (EFE) La agencia rusa Itar-Tass ha informado de que el presidente uzbeko Islam Karímov ha autorizado que un grupo de embajadores acreditados ante el Gobierno y periodistas extranjeros viajaron en avión desde Tashkent, la capital uzbeka, a Adizhán, donde el pasado fin de semana estalló una revuelta.
 
Según la oposición, en los sangrientos acontecimientos del trece y quince de mayo murieron 745 personas, la mayoría de ellas a manos de miembros de las fuerzas de seguridad del estado. Pero, según la Fiscalía, el número total de víctimas mortales fue de 169.
 
Desde el comienzo de la revuelta las autoridades uzbekas han cerrado a los corresponsales extranjeros Andizhán, por lo que la información de los acontecimientos de esa ciudad de casi 350.000 habitantes ha sido fragmentaria.
 
Islam Karímov, en el poder desde 1989, declaró que entre los "sublevados" no había "manifestantes pacíficos", ya que se trataba de hombres armados que "mataron, tomaron rehenes y asaltaron edificios del Gobierno". Para el presidente uzbeko, los acontecimientos en Andizhán fueron una "operación terrorista" planeada por grupos islámicos con experiencia en Afganistán.
 
El presidente Karímov se pronunció en contra de una investigación internacional, ya que "Uzbekistán es un país soberano y estos sucesos son un asunto interno". La líder del partido opositor uzbeko "Ozod Dejkonlar" (Campesinos Libres), Nigara Jidoyatola, denunció que al menos 745 persona murieron en las ciudad de Andizhán y en la vecina Pajtabad y añadió que "aún no se ha terminado de contar los muertos".
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