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El PP pide que se reconozca la identidad entre el Estatuto impulsado por Zapatero y el Plan Ibarretxe

Tras la aprobación en Cataluña del Estatuto, el PP ha demandado varias opciones: Que se tramite como lo que es, una reforma constitucional, lo que requiere una mayoría de dos tercios. Si se hace como reforma estatutaria, que se le otorguen las mismas posibilidades de éxito que al Plan Ibarretxe: nulas. De no ser así, Ángel Acebes consideró que deberían convocarse elecciones generales para que los españoles puedan pronunciarse sobre el "proceso de separación territorial". Para De la Vega nada de ello es necesario porque estamos ante "un proceso de normalidad democrática" que se puede pulir con "retoques".

Tras la aprobación en Cataluña del Estatuto, el PP ha demandado varias opciones: Que se tramite como lo que es, una reforma constitucional, lo que requiere una mayoría de dos tercios. Si se hace como reforma estatutaria, que se le otorguen las mismas posibilidades de éxito que al Plan Ibarretxe: nulas. De no ser así, Ángel Acebes consideró que deberían convocarse elecciones generales para que los españoles puedan pronunciarse sobre el "proceso de separación territorial". Para De la Vega nada de ello es necesario porque estamos ante "un proceso de normalidad democrática" que se puede pulir con "retoques".
L D (Europa Press) El Partido Popular ha anunciado que abordará la estrategia política posterior a la aprobación en Cataluña del Estatuto este lunes en una reunión de su Comité Ejecutivo de carácter extraordinario.
 
Según informa la agencia Europa Press, la dirección popular celebró otro Comité Ejecutivo esta misma semana y, entre otros asuntos, se presentaron distintos informes sobre el Estatuto catalán. Sin embargo, Rajoy ha decidido que el hecho de que el tripartito haya alcanzado un acuerdo con CiU para hacer posible la aprobación del proyecto en el Parlamento catalán merece una segunda reunión de estas características.
 
Este viernes el secretario general de la organización, Ángel Acebes, avanzó algunos de los argumentos que sustentarán la posición del PP en los próximos días. La estrategia se sustenta en tres bases: Por una parte, demandar al PSOE que presente el texto del Estatuto como un proyecto de reforma constitucional en el Congreso. Este mismo argumento ya fue esgrimido cuando llegó a Madrid el Plan Ibarretxe. Hay que recordar que si se tramitara de esa forma su aprobación requeriría un consenso real, una mayoría de dos tercios. En otras palabras, se necesitarían los escaños del PP que representan a casi 10 millones de españoles.
 
La otra posibilidad se centra también en la identidad entre lo que se ha aprobado en Cataluña y el Plan Ibarretxe por lo que el PP considera que deberían ser los españoles quienes decidieran si aceptan lo que Acebes ha calificado de "proceso de separación territorial". Este escenario se traduce en disolución de las Cortes y convocatoria de elecciones generales.
 
La puerta abierta la tramitación como reforma estatutaria –única posibilidad de que el PP retirara las anteriores demandas– sería, una vez más actuar como se hizo con el Plan Ibarretxe: escucharlo en el Congreso de los Diputados bajo el compromiso de ceder a su admisión.
 
En cualquier caso, el PP tiene previsto mantener la misma postura que con el proyecto del lehendakari desde el momento mismo de calificar el proyecto catalán en la Mesa del Congreso y, una vez comience su tramitación parlamentaria, presentar enmienda a la totalidad y enmiendas parciales, repitiendo el mismo esquema de oposición que ya desarrolló en el Parlamento catalán.
 
Socialistas contarios a considerar a Cataluña como una nación
 
El PP recordará que hay dos ministros con derecho voto en el Congreso que, en las últimas semanas, se han mostrado contrarios a la inclusión del término nación en el nuevo Estatuto, esto es, José Antonio Alonso y Juan Fernando López Aguilar. El tercer ministro que ha discutido el término ha sido José Bono, aunque éste no es diputado y, por lo tanto, no vota. Sin embargo parece que los "retoques" anunciados por De la Vega y que, según ella, no desvirtuarían la promesa de Zapatero, podrían tener por objeto sacrificar una denominación que no cambiaría en nada las nuevas capacidades que se ha otorgado Cataluña en su Estatuto. En la lectura de las enmiendas está la clave para saber si el Gobierno conseguirá un término medio que acepten los mencionados ministros y no provoquen el rechazo de los socios catalanes.
 
Según ha explicado Acebes, se da "un paso decisivo a una nueva relación de Cataluña con lo que ellos llaman España y nosotros llamamos el resto de España porque además reúne todos los requisitos de la libre asociación: Cataluña será una nación, tendrá una fiscalidad propia que recaudará todos los impuestos y contribuirá, si quiere, a España por los servicios que se le prestan, además de tener Justicia propia y una relación de bilateralidad".
 
Por todo ello, los populares aducen que el proyecto catalán puede encerrar "mayor gravedad" que el propio Plan Ibarretxe, puesto que el texto que remitirá al Congreso el Parlamento catalán tiene posibilidades reales de salir adelante, apuntan, y convertirse en una realidad y un precedente. Galicia y el País Vasco ya han avisado de que no quieren perder el tren.

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