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EL GOBIERNO VE "PUNTOS DE COLISIÓN" EN MATERIA COMPETENCIAL

Maragall da por hecho que el concepto nación "se mantendrá" aunque Zapatero sigue evitando pronunciarse

La indefinición del presidente del Gobierno contrasta con la seguridad mostrada por Maragall. Mientras que el primero se ha limitado a adelantar que ni rechaza "frontalmente" ni asume "sin más" el Estatuto, el segundo no sólo está convencido de que el texto saldrá adelante en el Congreso sino que se mantendrá el concepto "nación": "Va a ser que sí". Un día después de las primeras declaraciones de Zapatero, el Gobierno ha filtrado que el estatus de Cataluña es simbólico pero que hay "puntos de colisión" en materia competencial.

La indefinición del presidente del Gobierno contrasta con la seguridad mostrada por Maragall. Mientras que el primero se ha limitado a adelantar que ni rechaza "frontalmente" ni asume "sin más" el Estatuto, el segundo no sólo está convencido de que el texto saldrá adelante en el Congreso sino que se mantendrá el concepto "nación": "Va a ser que sí". Un día después de las primeras declaraciones de Zapatero, el Gobierno ha filtrado que el estatus de Cataluña es simbólico pero que hay "puntos de colisión" en materia competencial.
(Libertad Digital) Este sábado se esperaba una valoración del presidente del Gobierno después de que el Estatuto fuera aprobado en el Parlamento catalán. Zapatero habló pero evitó un pronunciamiento claro a favor o en contra del texto. Se limitó a apuntar que ni lo rechazaba ni lo asumía y que el texto necesitaba "alguna reflexión". Un día después, "fuentes del Gobierno" han filtrado a la agencias de prensa que el jefe del Ejecutivo "no sólo confía en que el Congreso y el Senado aprobarán en su momento el nuevo Estatuto para Cataluña, una vez encauzado plenamente su texto en las líneas constitucionales, sino que considera que seis meses después de su tramitación en las Cortes Generales todo el mundo verá que no había ningún peligro en ello".
 
Estas fuentes tampoco han entrado en valoraciones. Únicamente admiten que el jefe del Ejecutivo "ya ha identificado distintos puntos de colisión del texto aprobado por el Parlamento catalán con la Carta Magna". No entra en este punto la decisión de considerar a Cataluña una "nación" sino aspectos económicos. Así, citan todo lo relativo en el articulado del texto a la ordenación económica y la unidad de mercado. Sobre este punto, el PP ya hizo público un informe jurídico que denunciaba el intervensionismo del Estatuto en cajas, banca y mercado. (Ampliación)
 
Otro punto "sensible" es el relativo a aeropuertos. En este caso, apuntan que el presidente pretende "ir a una fórmula de gestión compartida, sin olvidar a las entidades locales".
 
Nación: fuerza simbólica, no jurídica
 
Tampoco hay referencias al término "nación" cuando estas fuentes sostienen que "Rodríguez Zapatero considera que los Estatutos son fundamentalmente textos políticos y, sobre el catalán en concreto, afirma que no cambia en nada el modelo de Estado y que la ciudadanía puede estar tranquila porque todos los españoles seguirán teniendo iguales derechos fundamentales". Además, como ya repitió Maragall, dicen que no se parece en nada al denominado Plan Ibarretxe aunque el Estatuto también haga referencia al derecho de autodeterminación.
 
Lo único que aporta el presidente, según estas fuentes, del término "nación" es que destaca su fuerza simbólica y no jurídica. Si finalmente se aceptase, opina, no daría más derechos a Cataluña que a otras Comunidades que se llamen región. Y se refiere al último discurso del Rey, en el que se refirió a la "indisoluble unidad de España". Según lo filtrado, Zapatero no le pone ningún reparo ni observa ningún problema en ello porque "el monarca se limitó a indicar algo que dice la propia Constitución".
 
Maragall lo tiene más claro
 
El Gobierno y la dirección del PSOE guardan silencio. Sólo lo ha roto el portavoz Rubalcaba para repetir frases textuales de Maragall: "Lo que es bueno para Cataluña es bueno para España". El presidente catalán es entrevistado este domingo en El País y su postura es mucho más clara y contundente que la de Zapatero. Dice estar convencido de que el Congreso aprobará "lo esencial" del nuevo Estatuto, que ve "constitucional" y no concibe que pueda ir "contra el interés general".
 
Y se muestra firme cuando sostiene que el concepto "nación" se mantendrá. "Va a ser que sí. Aunque provoque reacciones que comprendo, está en la tradición del federalismo castellano. Es una palabra polisémica que puede dar lugar a interpretaciones. Pero también la Constitución menciona el pueblo español y los pueblos de España (...) Que nadie tema nada. Nación significa hoy lo mismo que nacionalidad en la Constitución de 1978, pero ahora hay que concertar quién lo es".
 
También hay lugar para las críticas "a Madrid". El centro está encantado de haberse conocido. No sabe que sólo es el centro: piensa que es toda España. Éste es su error. Nosotros también somos España. Ya dije en el Parlamento que caducó el viejo discurso entre nosotros y ellos porque nosotros también somos ellos . España no se puede pensar sólo desde Madrid. Nosotros estamos dispuestos a construir las Españas".

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