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El País recuerda al presidente de E.On que el Gobierno "les puede causar mucho daño" si se impone su OPA

Doble aparición del presidente de E.On, Wulf Bernotat, en la prensa española, coincidiendo con el auto judicial que podría paralizar la OPA de Gas Natural. El ejecutivo deja claro en El Mundo que seguirán adelante con la oferta porque "es beneficiosa para el mercado español y para el consumidor". En contra de la referencia a la aldea gallega de Pepe Blanco, Bernotat dice que la operación puede "reducir los apagones en España". La entrevista de El País se convierte en un interrogatorio donde se lanzan serias advertencias a E.On sobre "el daño que les puede causar" el Gobierno.

Doble aparición del presidente de E.On, Wulf Bernotat, en la prensa española, coincidiendo con el auto judicial que podría paralizar la OPA de Gas Natural. El ejecutivo deja claro en El Mundo que seguirán adelante con la oferta porque "es beneficiosa para el mercado español y para el consumidor". En contra de la referencia a la aldea gallega de Pepe Blanco, Bernotat dice que la operación puede "reducir los apagones en España". La entrevista de El País se convierte en un interrogatorio donde se lanzan serias advertencias a E.On sobre "el daño que les puede causar" el Gobierno.
(Libertad Digital) El presidente de E.On, Wulf H. Bernotat, aparece en sendas entrevistas en los dos principales diarios españoles, El Mundo y El País. Con muy diferentes intenciones en las preguntas de los entrevistadores, Bernotat no sólo sale airoso de ambas sino que desde la visión de un observador ajeno parece que los argumentos que pretende transmitir llegan con nitidez. En especial, los mensajes que lanza a las intencionadas preguntas de El País, cuyo periodista llega incluso a lanzar serias advertencias al ejecutivo sobre las posibles consecuencias que puede tener para E.On su OPA sobre Endesa.
 
El primer desacuerdo entre ambas entrevistas se produce, a modo de curiosidad, en la primera línea. Para El Mundo, Bernotat tiene 58 años, para El País, 57. Y es que, entre ambas entrevistas no hay acuerdo posible. Ya en el terreno de fondo, el presidente del gigante eléctrico mundial explica en El País su sorpresa por la intervención del Gobierno de Zapatero: “No nos podíamos imaginar que la política se metiera de una manera tan fuerte en una operación de mercado. Partimos de la base de que se trata de una transacción de mercado y de que al final de ese proceso los accionistas deciden qué oferta aceptan, si aceptan alguna. En este sentido, nos sorprendió algo la reacción política. Quizás el Gobierno español también se sorprendió de que alguien se presentase con una oferta con la que no contaban”.
 
Mensaje de E.On al Gobierno español
 
Bernotat envía dos mensajes nítidos a las autoridades españolas. Uno: “Podemos esperar lo que dure. No tenemos ninguna prisa”; Dos: “No necesitamos ninguna ayuda”, en respuesta a la pregunta de si esperan ayuda de Bruselas y de si las cosas les van bien en las instituciones comunitarias.
 
A una pregunta sobre la misma cuestión, pero esta vez en El Mundo, Bernotat manda el mismo mensaje, si cabe mucho más duro: “Bruselas no actúa para ayudarnos a nosotros, sino de oficio para defender su autoridad. Si el Gobierno español u otros Estados ignoran su autoridad, será el caos en la UE. Si Bruselas cede no quedará nada del mercado común ni de la Unión Europea. Si España tiene éxito en esta operación le seguirán otros y harán lo mismo y será el fin de la idea europea. Bruselas tiene que evitarlo. La actitud del Gobierno español es un test para la Comisión Europea”.
 
Sobre las medidas tomadas por el Gobierno español contra su oferta, Bernotat muestra su diplomática indignación al tiempo que deslinda los casos de proteccionismo de Francia y España porque la primera no lo ha hecho con una OPA encima de la mesa. “No han legislado contra un comprador”. La siguiente pregunta le brinda una respuesta clara:
 
P: "¿Pero el Gobierno español dice que su Real Decreto-Ley no es contra E.ON y que lo venía preparando desde hace tiempo?"
 
R.- "¡Pues qué coincidencia que lo piensen durante meses y lo hagan en cuatro días!”
 
¿Debió E.On haber informado antes a Zapatero?
 
En este punto la entrevista de El País comienza a dirigirse al terreno del interrogatorio para llevar a Bernotat a un punto sin retorno.
 
P. "¿No fue un error suyo no haber sondeado antes? La noticia llegó por una llamada de la canciller Merkel a Zapatero".
 
R. "No se podía debido al procedimiento. Teníamos que tener mucho cuidado en mantener el secreto durante toda la transacción. Nosotros somos una empresa que cotiza en Bolsa, igual que Endesa, y ambas cotizan en Nueva York. Había que tener mucho cuidado con las informaciones para que el mercado no tuviese conocimiento, con la consiguiente reacción de la cotización. Era necesario mantener la transacción en secreto hasta el final. La noche de la víspera se informó al presidente del Gobierno español de nuestras intenciones".
 
Sobre esta cuestión se muestra más conciso en las páginas de El Mundo, donde también se adivina de nuevo su sorpresa por la actitud inicial de Gas Natural y el Gobierno.
 
P.- ¿Si pudiera retroceder, habría sido más cuidadoso en informar al Gobierno antes de lanzar la OPA ?
 
R.- No podíamos por la confidencialidad que es obligada en este tipo de operaciones. Hay que mantenerla hasta el último día.Era imposible informar antes al Gobierno. Al presidente se lo dijimos el día antes. No se puede decir nada a terceros antes que al público. Endesa cotiza en Wall Street también.
 
P.- Gas Natural sí habló con el Gobierno al menos días antes.
 
R.- Pues no sé como pudieron hacerlo.
 
Cuando las preguntas de El País se convierten en advertencias
 
Llega el punto de ebullición donde El País convierte la entrevista en un interrogatorio con un toma y daca en el que el que envía los mensajes en forma de pregunta es el periodista. Sorprende el tono, la forma y la concatenación de las preguntas que formula el periodista.
 
P. "Si se sigue la cultura empresarial de E.ON, se advierte que ustedes trabajan cerca de los Gobiernos..."
 
R. "No".
 
P. "Bueno, si pienso en el ministro de Economía Müller, el secretario de Estado Tacke, el ex canciller Schröder... Todos aterrizan en E.ON o en sus filiales. No se puede decir que ustedes trabajen contra el Gobierno".
 
R. "Trabajar contra un Gobierno no tiene mucho sentido. Esos detalles siempre se acentuaron demasiado, pero deducir de ello que estamos especialmente cerca del Gobierno me parece un error. Trabajamos en un negocio que por su naturaleza tiene relaciones con la política, la federal, la de los Estados federados o la de los ayuntamientos. Suministramos energía, un producto esencial para la gente. Hay regulaciones y un interés del Estado de que ese abastecimiento funcione bien. Esto no quiere decir que trabajemos cerca de un Gobierno".
 
P. "Usted lo acaba de decir: no se puede trabajar contra el Gobierno en un sector estratégico y regulado".
 
R. "Ya sé adónde quiere ir, pero no es asunto mío, de verdad. No se trata de trabajar contra el Gobierno, sino de trabajar en un marco establecido. El Gobierno fija el marco en la mayoría de los países donde trabajamos y tenemos que movernos en ese marco. Podemos hablar con los reguladores y los Gobiernos que están detrás sobre temas determinados, sobre la renovación o la mezcla de energías necesaria para asegurar el abastecimiento. De esos temas se intercambian opiniones y se habla con el Gobierno para ver lo que interesa al país. Nosotros trabajamos en 25 países. Si fuera tan importante lo que se hace en cada lugar, no podríamos trabajar en esos países. E.ON está fuertemente representada allí y cumplimos las mismas tareas que en Alemania: asegurar el abastecimiento de nuestros clientes. No comparto el argumento de la importancia estratégica del mercado energético".
 
P. "¿No teme que le hagan la vida imposible si se impone su OPA?"
 
R. "No tenemos ningún deseo de enfrentarnos con el Gobierno si tenemos éxito en la operación. No veo por qué lo íbamos a hacer. Trabajamos en 25 países y nos llevamos bien con los Gobiernos, y no puedo pensar por qué en España tiene que ser de otra manera. Yo espero que el Gobierno español también lo vea así. No se trata de mantener la disputa, sino de trabajar juntos de forma razonable, como lo hacemos con otros Gobiernos".
 
P. "Se les puede causar mucho daño; por ejemplo, si no les permiten subir las tarifas".
 
R. "Pero ¿por qué nos iban a querer dañar? Queremos dar un buen servicio a los clientes españoles. ¿Por qué iba a haber un interés político en perjudicarnos?"

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