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Rajoy explica que confió en Zapatero porque "merece una oportunidad" como la que tuvo Aznar en 1998

El presidente del PP ya ha roto con Zapatero por anunciar que se hablará con Batasuna-ETA de política y desarme, o simplemente le ha amonestado, según lo diga en Madrid o Barcelona. La Razón y La Vanguardia publican este domingo dos conversaciones con el líder de la Oposición, de las que resultan varias conclusiones distintas y una común: le ha dado una oportunidad a Zapatero porque Aznar la tuvo en 1998. Rajoy asume lo que el PSOE, el Gobierno y su Prensa oficiosa vienen diciendo desde la última declaración de tregua de ETA: que la oportunidad de la paz es la misma que Aznar tuvo en 1998, algo que el ex presidente refutó con vehemencia en la última Convención nacional del PP.

El presidente del PP ya ha roto con Zapatero por anunciar que se hablará con Batasuna-ETA de política y desarme, o simplemente le ha amonestado, según lo diga en Madrid o Barcelona. La Razón y La Vanguardia publican este domingo dos conversaciones con el líder de la Oposición, de las que resultan varias conclusiones distintas y una común: le ha dado una oportunidad a Zapatero porque Aznar la tuvo en 1998. Rajoy asume lo que el PSOE, el Gobierno y su Prensa oficiosa vienen diciendo desde la última declaración de tregua de ETA: que la oportunidad de la paz es la misma que Aznar tuvo en 1998, algo que el ex presidente refutó con vehemencia en la última Convención nacional del PP.
(Libertad Digital) En La Vanguardia, Rajoy asume que hay un "proceso de paz" en marcha y que "va a peor". En La Razón, señala que Zapatero ha traspasado "el límite de lo aceptable" .
 
En La Vanguardia, no habla de la oferta del  PPC de apoyo a un Gobierno de CiU en Cataluña. En La Razón, y de pasada:  ahora no toca.
 
En La Vanguardia, opina que el Gobierno debe intervenir en la decisión legítima de Iberia de reducir sus operaciones en El Prat. En La Razón, sobre la barra libre de las comunidades del PP para emular los privilegios del Estatuto catalán: "Todo el mundo tiene margen para moverse donde estime oportuno y conveniente dentro del ideario del partido".
 
El presidente del PP dice en La Vanguardia que su oferta a los españoles no es de ideas, sino "en pro del sentido común". A su juicio, el debate en España ha dejado de ser entre la izquierda y la derecha, para convertirse en una causa por la racionalidad. "Lo que más necesita ahora España es sentido común. Ya no hago una oferta ideológica a los españoles, hago una oferta en pro del sentido común".
 
Esa apuesta por el buen juicio explica, en su opinión, la conveniencia de que diese "una oportunidad" para conseguir el final de ETA. Defiende que "había que darle una oportunidad" a Zapatero, a quien, sin embargo, ahora advierte con que "si decide liquidar la ley, saltarse las sentencias de los tribunales y actuar como legislador y juez a la vez, vamos a tener un problema muy serio".
 
En el periódico de la familia Godó, Rajoy se declara "preocupado" por el "enorme error" de Zapatero al anunciar que el PSOE dialogará con Batasuna-ETA en paralelo a la negociación del Gobierno con los terroristas. Pero asume y defiende que este Gobierno "se merece una oportunidad, como la tuvimos nosotros".
 
Dos meses después de la tregua, y del durísimo discurso de Aznar en la Convención nacional de los populares, en el que demostró que nunca negoció con ETA, Rajoy asume que Zapatero merece la misma oportunidad que tuvo Aznar, tal y como ha venido sosteniendo el PSOE, el Gobierno y sus altavoces mediáticos para justificar las concesiones del actual presidente a la banda terrorista.
 
Rajoy, domingo 4 de junio de 2006, en La Razón: "Cuando se produce un acontecimiento singular, distinto e importante, como es que ETA anuncie que va a dejar de matar, mi opinión es que se me demanda ofrecer al presidente del Gobierno mi apoyo para lo que lo sigue teniendo, y que es, por cierto, para lo mismo que hizo Aznar en el 98: constatar la decisión de ETA de disolverse".
 
Más adelante, en el mismo diario, insiste: "Ante una declaración de alto el fuego de ETA, si el presidente del Gobierno me pide lo que se le autorizó a hacer a Aznar, yo le apoyo aunque las circunstancias sean distintas".
 
"Ceder ante la amenaza no es un buen sistema"
 
Sobre la respuesta del PP a un nuevo engaño de Zapatero, anunciando en el Congreso de los Diputados, por sorpresa y cuando Rajoy ya no tenía oportunidad de réplica, que el PSOE se sentará con Batasuna-ETA al mismo tiempo que el Gobierno se sienta con los terroristas, el líder de los populares no ofrece una única línea de acción, según se lea la entrevista de La Vanguardia o la de La Razón.
 
En la prensa de Barcelona, Rajoy es muy crítico con la "deslealtad de Zapatero", pero no se desliga del apoyo al presidente, sino que lo amonesta: "Creí que había que darle una oportunidad,  pero si decide liquidar la ley, saltarse las sentencias de los tribunales y actuar como legislador y juez a la vez, vamos a tener un problema muy serio".
 
En otro momento de la entrevista, remacha ese tono de apercibimiento: "Y cuando una organización terrorista declara una tregua, el Gobierno se merece una oportunidad, como la tuvimos nosotros. Pero el Gobierno debe ser leal con la oposición, compartir las cosas, y no cometer estas enormes equivocaciones. Ya hasta dejo a un lado la lealtad, pero ceder ante la presión de Batasuna y ante la amenaza de ETA no es un buen sistema para llevar un proceso de estas características".
 
En La Razón, la conclusión es otra: Zapatero ha rebasado "el límite de lo aceptable" cuando anunció que su partido se sentará con Batasuna-ETA, reconociendo al partido terrorista como interlocutor político mediante la política de hechos consumados.
 
"Me he cargado de razón"
 
Rajoy sugiere que su paciencia con los reiterados engaños de Zapatero ha servido para demostrar que tiene "buena voluntad" como líder de la Oposición.
 
"Me he cargado de razón, porque nadie me puede negar que no he tenido buena voluntad e intención de ayudar en este tema. Hice lo que creía que tenía que hacer y ahora hago lo que debo hacer: no puedo apoyar al señor Zapatero por desleal y por haber reconocido como interlocutor político a una organización terrorista".
 
En las dos entrevistas, Rajoy se interesa por explicar las iniciativas de oposición de su partido como el resultado de sus decisiones personales como presidente del PP.
 
En La Razón:
 
"Hay quien cree que ni siquiera debería haberme reunido con el presidente del Gobierno después de anunciarse el alto el fuego; hay quien cree que a las veinticuatro horas debería haber dicho otra cosa de la que dije; hay quien cree que en el Debate del Estado de la Nación debería haber actuado de otra manera; hay quien cree que pese a lo ocurrido debería mantener mi apoyo... Hay opiniones para todos los gustos, pero yo explico la mía. He dado una oportunidad al Gobierno y no ha querido aprovecharla porque ha preferido aceptar la presión de ETA antes que el apoyo del PP, y ésa es su responsabilidad. La mía está en mi decisión, que como en todos los asuntos que no son matemáticos es discutible, y lo entiendo, pero he actuado conforme a lo que considero que es mi deber".
 
Y en La Vanguardia:
 
"Hay quien dice que el PP hace una oposición demasiado dura, y quien dice que ni siquiera hace oposición. Hago la oposición que creo ajustada".
 
En la prensa catalana, Rajoy apuesta por mantener la vigilancia crítica sobre Zapatero, pero también aparece dispuesto a ir otra vez a La Moncloa si lo llama el presidente y descarta la iniciativa de una moción de censura: "Cuando yo decida presentar una moción de censura, anunciaré que acabo de hacerlo".
 
En La Razón, la línea de ruptura se impone: "Lo que ya haga Zapatero me importa poco", dice Rajoy ante la próxima comparecencia de Zapatero para comunicar que negociará con ETA.
 
Los líderes regionales del PP "tienen margen para moverse"
 
La oferta del PPC a CiU para rescatar la vieja alianza de los tiempos de Aznar, solo que con una Cataluña soberanista en la práctica, no aparece en la entrevista de La Vanguardia y sólo de pasada, en la de La Razón. La respuesta de Rajoy es: ahora no toca.
 
"De momento", expone el presidente del PP, "yo voy a intentar que el proyecto [de Estatuto – no se apruebe; después, presentaré un recurso ante el Tribunal constitucional; y luego, entraremos en ese debate. El PP siempre hace sus coaliciones en base a programas que se dan a conocer a la opinión pública".
 
Sobre las distintas sensibilidades que conviven en el PP, la posición de Rajoy es cuidadosamente equidistante. ¿Esperanza Aguirre? "Es una extraordinaria dirigente que defiende con mucho pundonor los ideales del partido". ¿Y Gallardón? "La misma respuesta. Tengan por seguro que ése no es el debate interno".
 
Le preguntan sobre la continuidad de directivos y portavoces del PP: "Ni me he planteado ningún cambio ni voy a hacerlo". Y concede margen, "dentro del ideario y del programa", a sus líderes regionales para que se acerquen a la barra libre de competencias gubernativas que Zapatero ha abierto a las Comunidades Autónomas que deseen servirse.
 
"Todo el mundo tiene margen para moverse donde estime oportuno y conveniente dentro del ideario del partido y de su programa", ha indicado Rajoy a La Razón.

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