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La Audiencia condena a Txapote a 82 años al sumar diez más a la petición de la Fiscalía

El Ministerio Público solicitaba 72 años de prisión para el sanguinario Txapote por el asesinato del socialista Fernando Múgica en febrero de 1996.

El Ministerio Público solicitaba 72 años de prisión para el sanguinario Txapote por el asesinato del socialista Fernando Múgica en febrero de 1996.
L D (Europa Press) La Sección Tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha condenado a penas que suman 82 años de cárcel al dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias "Txapote", por el asesinato del abogado socialista Fernando Múgica, cometido en febrero de 1996 en San Sebastián. El juicio por estos hechos quedó visto para sentencia el pasado 21 de julio.
El tribunal condena a "Txapote" a penas que superan en diez años de cárcel las solicitadas por el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, al estimar la petición máxima relativa a dos delitos de atentado que realizó durante el juicio una de las acusaciones populares, la ejercida por el Comité Ejecutivo del PSE-PSOE. García Gaztelu es declarado culpable de asesinato terrorista, dos delitos de atentado, un delito de robo y otro de sustitución de placas de matrícula con fines terroristas.
Según los fundamentos jurídicos de la sentencia, las pruebas acreditan que "Txapote" ejerció de "verdugo" del abogado donostiarra "en una actuación contraria a los mandatos de la ley natural", que denota además "la vileza y cobardía no sólo de la mano criminal", sino también de los restantes integrantes de ETA.
El tribunal rechaza otra de las peticiones realizadas por el PSOE y también por la acusación particular, relativa a la aplicación de la agravante de discriminación ideológica, aunque destaca que Múgica, que era presidente del PSE en Guipúzcoa, "como tal estaba significado públicamente y por ello (...) fue elegido por los directivos de ETA como objetivo de la organización en su plan de alterar el sistema legalmente establecido".
La razón última del crimen, según estima la Sala, "no es la de una discriminación ideológica -su militancia en el PSOE-, sino la de ejecutar a un hombre de especial significación pública en la sociedad vasca y en el resto del Estado".
Pruebas contra "Txapote"
Entre las pruebas contra García Gaztelu, el tribunal destaca la "contundente" declaración de su hijo, Fernando Múgica Heras, quien afirmó que se cruzó con dos individuos tras oír el disparo contra su padre, quienes se le enfrentaron y a los que reconoció como el ya condenado por estos hechos Valentín Lasarte y García Gaztelu. Reconocimiento este último que, "sin género de dudas y mostrando seguridad" realizó durante el juicio.
El resto de pruebas de cargo son el testimonio de un hombre al que los terroristas obligaron a abandonar su vehículo durante su huída tras el crimen, las huellas de "Txapote" encontradas en uno de los vehículos utilizados y la declaración inculpatoria ante el instructor del caso de Lasarte.
En otro apartado, el tribunal, presidido por Alfonso Guevara, acuerda deducir testimonio -abrir causa criminal-, contra la compañera de "Txapote" ya condenada por estos hechos, Irantzu Gallastegi, por un presunto delito de desobediencia durante su declaración como testigo, al negarse a contestar al tribunal. También pide a la Fiscalía que investigue si la conducta del abogado de García Gaztelu, Alfonso Zenón, constituyó delito de calumnia o injurias al tribunal.
Sanciones penitenciarias
Asimismo, el tribunal remite a la Fiscalía testimonio de lo sucedido durante el segundo día de la vista, cuando "Txapote" se enfrentó verbalmente al presidente del tribunal, a quien llamó "monigote de circo", lo que le puede costar sanciones de tipo penitenciario. El incidente incluyó varias patadas del acusado a la mampara blindada donde se sitúan los procesados en la sala de vistas y terminó con un "Txapote" esposado y de espaldas al tribunal.
Según el relato de hechos probados, el fiscal señala que los integrantes del "comando Donosti" Valentín Lasarte y García Gaztelu huyeron a Francia tras cometer un atentado contra un cuartel de la Guardia Civil de Arnedo (La Rioja). En el país galo fueron recibidos por el dirigente etarra Juan Luis Aguirre Lete, "Insunza", quien les trasladó a un piso de la organización, donde permanecieron hasta enero de 1996. En este tiempo, Aguirre les presentó a la nueva componente del comando, Irantzu Gallastegi Sodupe, "Amaia".
Aguirre les comunicó que ETA había fijado una nueva campaña de objetivos terrorista, entre las que se encontraba asesinar al histórico militante socialista Fernando Múgica, de quien les facilitó información.
Durante los días anteriores al asesinato, los etarras se dedicaron a comprobar la información sobre Múgica, controlando sus trayectos y horarios. El 5 de febrero, los integrantes del comando "Donosti" quedaron en las inmediaciones del hipódromo de Lasarte con el fallecido José Luis Geresta, quien les trasladó hasta una pista próxima para cambiar al vehículo la matrícula. Acto seguido, los cuatro se dirigieron hasta el centro de San Sebastián.
En la calle Arrasate, Lasarte y "Txapote" se bajaron del vehículo y, con sus respectivas armas, se dirigieron hasta una calle próxima para asesinar a Múgica, aunque finalmente no apareció en el lugar, por lo que decidieron matarle un día después. Así, el 6 de febrero, volvieron a dirigirse al hipódromo de Lasarte, donde habían quedado con Geresta para que éste les llevase de nuevo a San Sebastián.
Tras sufrir una pequeña colisión con otro vehículo, los etarras se dirigieron otra vez a la calle Arrasate, donde Lasarte y García Gaztelu se bajaron con sus pistolas, esperando la llegada de Múgica. Identificado, los terroristas le siguieron. Lasarte se cruzó de acera para cubrir la acción, mientras que "Txapote" le disparó en la cabeza a muy corta distancia. A continuación huyeron del lugar, cruzándose con el hijo a quien Lasarte llega a encañonar y la esposa del fallecido, quienes escucharon el disparo que mató al abogado.

A la entrada a Lasarte por la N-I fueron identificados por una patrulla de la Ertzaina, que comenzó a perseguirles, y contra cuyo vehículo los terroristas realizaron al menos 13 disparos, logrando darse finalmente a la fuga. Más tarde interceptaron al conductor de un Wolkswagen Golf, a quien encañonaron y obligaron a abandonar el vehículo, que utilizaron para llegar a Andoain. Allí permanecieron ocultos en un piso durante una semana, tras lo cual huyeron a Astigarraga (Guipúzcoa).

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