La web de Interior también oculta el descubrimiento en Francia de un coche explotado por ETA después del anuncio del alto el fuego, nada aparece sobre las denuncias realizadas principalmente por empresarios navarros sobre las cartas de extorsión de ETA que han seguido recibiendo, aunque eso sí, hay colgada una noticia referida a la detención de dos empresarios por orden judicial. Y, por supuesto, no aparece mención alguna relativa a los chivatazos policiales que investiga la Audiencia Nacional ni sobre las actividades de ETA-Batasuna y sus constantes provocaciones al Estado de Derecho.
Además, en su despropósito de desinformación sobre el terrorismo vasco, el departamento que debe velar sobre la seguridad pública y el cumplimiento de las leyes ha creado un epígrafe dentro del apartado que dice “El País Vasco”, e inserta en él un curioso recordatorio del Estatuto de Guernica en el que se habla del País Vasco o "Euskal Herria". Precisamente en unos momentos en que la banda terrorista le exige el cumplimento de los "compromisos adquiridos" para mantener el alto el fuego iniciado el 22 de marzo pasado y poder llegar a una "solución del conflicto para Euskal Herria".
De esta manera el Ministerio de Rubalcaba recoge el artículo primero del Título Preliminar que dice textualmente lo siguiente: "El Pueblo Vasco o Euskal-Herria, como expresión de su nacionalidad, para acceder a su autogobierno, se constituye en Comunidad Autónoma dentro del Estado español bajo la denominación de Euskadi o País Vasco, de acuerdo con la Constitución y con el presente Estatuto, que es su norma institucional básica".
Para el terrorismo independentista vasco "Euskal Herria" supone, de hecho, la incorporación de las "siete provincias vascas". Es de suponer que la sorprendente introducción en la página web oficial de Interior explicativa sobre el País Vasco o "Euskal Herria", dentro por cierto de un "Informe sobre terrorismo", y la coincidencia con la reivindicación del imaginario nacionalista y terrorista en la página del Ministerio del Gobierno de España no le sentará nada bien, no ya a los navarros, cuya adhesión a la Comunidad Autónoma vasca tiene preparada José Luis Rodríguez Zapatero si consigue arrebatarles la Comunidad Foral a la UPN, sino a la vecina Francia y socia de la Unión Europea.
Nunca antes, desde que existe la red de redes, se había producido una manipulación tan burda y una desinformación de tal calibre por parte de los responsables de la Seguridad del Estado. Si bien es cierto que desde la etapa de Felipe González, en la que las investigaciones periodísticas y judiciales se produjeron cuando no existía Internet, jamás con anterioridad y hasta la reciente llegada de nuevo de los socialistas al poder ha habido casos tan graves y que afectan de manera vital al corazón mismo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado y a sus responsables: detenciones políticas ilegales, policías que avisan a terroristas de ETA para que levanten el campamento antes para que el juez no les detenga o informes policiales desaparecidos, pruebas manipuladas, declaraciones de policías y guardias civiles contradictorias y falsas en el juzgado y en el Parlamento. Un cúmulo de despropósitos de tal calibre que ponen en tela de juicio la labor y el juego limpio del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.
La reescritura de la información
Para empezar, y como era de esperar por parte de quien fuera el portavoz del Gobierno en la anterior etapa del terrorismo de Estado y del saqueo de los fondos reservados, no aparece una sola información referente a las investigaciones en curso sobre responsables policiales ni tampoco las relativas a ni uno solo de los descubrimientos que ponen en entredicho el sumario del 11-M.
Ya no hay comunicados oficiales. La nueva modalidad del Ministerio de la desinformación consiste en que no sólo se seleccionan las noticias, depurando las que no convengan, sino que las que sí aparecen han sido rescritas al gusto del actual Gobierno, que advierte que la información procede de lo publicado en la prensa. Además se reducen a un máximo aproximado de diez por epígrafe sin posibilidad de seguir buscando más información. E incluso se han eliminado por completo los especiales que antes estaban "colgados" sobre atentados como el de Miguel Ángel Blanco, entre otros. A este respecto tampoco considera reseñables el Ministerio de Rubalcaba los juicios y las condenas recientes sobre asesinos como Txapote o Amaia.
La búsqueda de información de Interior ofrecida a través de la Red llega incluso a desconcertar. Cuando uno pincha "Gabinete de Prensa: Terrorismo de ETA" aparece completamente en blanco. Si uno piensa que es un error y acude a la sección "Informes: España frente al terrorismo de ETA", ésta se encuentra parcelada en distintos epígrafes. Ya en la "Introducción" los datos ofrecidos son asombrosamente incompletos. Dice textualmente en cuanto a las cifras de víctimas: "200 guardias civiles, 150 policías y más de 300 civiles muertos. En total un número superior a 850 víctimas mortales" ¿No existen los militares muertos? ¿Por qué no se les menciona?
La selección de noticias realizada por el Gabinete de Rubalcaba, además de no tener rigor documental alguno, oculta descaradamente la actividad de la banda de pistoleros desde el terrorismo callejero y las actividades del brazo político de ETA, Batasuna. No es de extrañar, por tanto, que los informes de verificación del Gobierno elaborados por el Centro Nacional de Inteligencia y el Ministerio del Interior concluyan con la arcadia feliz del nacionalismo ahora abanderada por Zapatero.
Sobre la extorsión a los empresarios, no se hace mención alguna a las denuncias públicas realizadas principalmente por empresarios navarros sobre las cartas de extorsión recibidas durante lo que el Gobierno y el PSOE denominan "proceso de paz", y en cambio, sí publican la detención de dos de ellos por parte de la Audiencia Nacional, quizás para que sepan lo que les puede pasar si siguen denunciando. Pero aún hay más. Aunque el órgano de prensa de Rubalcaba sí incluye otras actuaciones sobre el sumario de extorsión de los terroristas llevadas a cabo por el juez Grande Marlaska, no existe referencia alguna sobre los chivatazos a los etarras provenientes de la Comisaría General de Información, unidad clave en la lucha contra ETA. Chivatazos que por primera vez en la historia judicial española llevaron al juez encargado del caso a apartar del sumario al policía puesto por el máximo responsable policial en la lucha Antiterrorista, Telesforo Rubio.
Hasta que no se ha difundido esta misma información en La Mañana de la Cope, el asunto se convertía en una broma de mal gusto cuando se pretendía averiguar cuáles fueron los "Últimos atentados". Antes de que el Ministerio modificara su página este mismo miércoles, una vez pinchado el enlace se había borrado toda información y, de nuevo, aparecía totalmente en blanco. Incluso adentrándose en el epígrafe "Últimas víctimas mortales", no constaban los nombres y apellidos de quienes fueron los últimos asesinados por la banda, con el agravante, si cabe, de que las últimas víctimas fueron los policías nacionales Bonifacio Martín Hernando y Julián Embid Luna. Pero para el Ministerio de Zapatero dirigido por Rubalcaba, hasta la mañana de este miércoles no había víctimas ni mortales ni no mortales de ETA. Sencillamente, tampoco habían existido. Eso sí, aparecían, y se mantienen, tres vínculos que rezan: "Ayudas a víctimas de atentados terroristas", "Programa de Atención Domiciliaria a Víctimas del Terrorismo" y "Teléfonos de Interés". ¿Para qué tan prolija información al respecto si, como dijo la vicepresidenta y corrobora ahora la información ministerial, el terrorismo no existe?
El 11-M, una burla a la inteligencia
Si nos detenemos en el capítulo de "Terrorismo Internacional", dado que, como no podía ser de otra manera, el terrorismo islámico no aparece con esa denominación, al margen de las diatribas sobre su trascendencia en Europa y en el resto del mundo, la grotesca desinformación y grosera manipulación encuentran su apogeo al intentar encontrar datos relativos a la masacre del 11-M que situó a los actuales responsables del Gobierno, y por tanto, del Ministerio del Interior, en el poder.
"España —dice la información oficial— sufrió el 11 de marzo de 2004 el atentado más sangriento de la historia, con 191 víctimas mortales y más de 1.600 heridos". Y añade categórico: "Las brigadas de Abu Has Al Masri, grupo radical considerado el brazo militar de la red terrorista Al Qaeda reivindicó la matanza". En el apartado "últimas víctimas mortales" de esta sección nuevamente queda vacío. Ni una mención a los detenidos y su presunta vinculación con las referidas brigadas. El listado con las víctimas mortales también había desaparecido hasta que los cambios de última hora lo han recuperado.