L D (Luis del Pino) El proyecto de neutralizar la acción de la Justicia contra ETA continúa adelante. Según ha podido saber Libertad Digital, al fiscal del macrojuicio contra ETA se le han retirado el agente judicial y el auxiliar que hasta ahora se encargaban de darle apoyo administrativo. Como consecuencia, el fiscal se ha visto obligado a asumir todas las tareas administrativas personalmente, con el consiguiente impacto en las tareas de acusación en un juicio de semejante complejidad. La medida se interpreta como un intento más de poner trabas a la labor del Ministerio Público en un proceso donde están encausados los presuntos responsables del aparato financiero de ETA.
El malestar en la Fiscalía de la Audiencia Nacional es cada vez mayor. A los fiscales que en los últimos años han llevado con gran profesionalidad los juicios contra miembros de ETA y que se han negado a plegarse a las directrices marcadas por el Fiscal General del Estado, se les está retirando de los temas de terrorismo para dedicarlos a algunos de los otros asuntos que son competencia de la Audiencia Nacional, como, por ejemplo, delitos monetarios. Paralelamente, varios de los fiscales considerados no demasiado “fieles” están siendo destinados a otros puestos fuera de la Audiencia, sustituyéndolos por personas de la confianza de Cándido Conde Pumpido y del fiscal jefe Zaragoza, traídas desde otras instancias.