L D (EFE) El consejero de Interior y secretario general del PP balear, José María Rodríguez, compareció ante los periodistas en los pasillos del Parlamento balear tras conocerse este lunes que su teléfono móvil fue intervenido durante ocho días por orden del juez que instruye el llamado "caso Andratx", por indicios de encubrimiento o revelación de secretos y para determinar su posible relación con otros delitos investigados en la causa.
El consejero dijo que "no es posible" que a él se le aplique "la ley a rajatabla" y se le acuse de revelar secretos que él "no poseía", cuando hay personas que filtran "piezas interesadas de sumarios que están bajo secreto" a determinados medios de comunicación, contra las cuales ni la Fiscalía ni la judicatura hacen "nada".
Pese a considerar que la Fiscalía ha actuado "de buena fe" en todo lo que concierne a su persona y a expresar su respeto por el trabajo judicial, Rodríguez aseguró que hoy mismo quería preguntar a la Fiscalía a cuántas personas sospechosas de desvelar secretos se les pincha el teléfono.
Asimismo, se preguntó por qué el Ministerio Público actúa con "tanta diligencia" en Baleares y con "tan poca" en otros lugares como Madrid, en referencia al "chivatazo" a un "etarra", alertándole de una operación policial. "¿Se dan cuenta de lo que está pasando? ¿Por qué al secretario general del PP se le graba, se filtra (su declaración) y se publica, y nadie conoce aún quién fue el autor de una llamada telefónica a un etarra anunciando que si iba a algún sitio lo iban a detener?", abundó.
En cualquier caso, aseguró que no teme nada en relación al pinchazo telefónico al que fue sometido por orden del juez entre el 5 y el 13 de diciembre, ya que él practica "la transparencia" y sus conversaciones no tienen "el menor interés", al tiempo que en sus despachos no tiene "ningún cajón cerrado". Por otro lado, Rodríguez aseguró que de la conversación mantenida con el ex alcalde de Andratx minutos antes de que fuera arrestado no se puede deducir que lo alertara de nada y apuntó que si fuera así ya lo habrían llamado a declarar.
Insistió en que él no está "implicado" en el caso Andratx ni tiene constancia de que sea objeto de sospechas, por lo que consideró que sería "el colmo" que tuviera que dimitir, cuando fue el responsable de comunicarle al ex edil que tendría que darse de baja del PP si había nuevas imputaciones. "A la oposición no le daré mi dimisión como regalo de Navidad", dijo el consejero, quien también expresó su rechazo a que se le haga un "juicio público" por este caso, tras considerar que las filtraciones se hacen a los medios que interesan a determinado "signo político".