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El dueño de la empresa donde trabajaba El Harrak declara que en su bolsa no apreció ninguna carta o sobre

El dueño de la empresa de construcción en la que trabajaba el acusado Saed El Harrak confirmó ante el tribunal del 11-M que en la bolsa que éste utilizaba para trabajar no apreció ninguna carta o sobre. Tal y como desveló El Mundo ni el empresario, ni la Policía que inspeccionó la bolsa de El Harrak, ni la Policía Científica vieron una carta o manuscrito. Fue dos semanas después cuando la bolsa ya está en las dependencias policiales de Canillas, sede de la Comisaría General de Información, cuando en la bolsa de ropa se encuentra un sobre con una carta manuscrita en árabe. Más tarde fue atribuida a Abdenabi Kounjaa, uno de los siete supuestos suicidas de Leganés. El Harrak también negó en el juicio que Kounjaa le diera su testamento.

El dueño de la empresa de construcción en la que trabajaba el acusado Saed El Harrak confirmó ante el tribunal del 11-M que en la bolsa que éste utilizaba para trabajar no apreció ninguna carta o sobre. Tal y como desveló El Mundo ni el empresario, ni la Policía que inspeccionó la bolsa de El Harrak, ni la Policía Científica vieron una carta o manuscrito. Fue dos semanas después cuando la bolsa ya está en las dependencias policiales de Canillas, sede de la Comisaría General de Información, cuando en la bolsa de ropa se encuentra un sobre con una carta manuscrita en árabe. Más tarde fue atribuida a Abdenabi Kounjaa, uno de los siete supuestos suicidas de Leganés. El Harrak también negó en el juicio que Kounjaa le diera su testamento.
L D (Europa Press) También precisó que en dicha bolsa pudo ver "un montón de cintas y un disquete", un "jersey" y un "pantalón", y que el encargado de la obra le comentó que las cassettes tenían caracteres árabes. Precisó que agentes de la policía se personaron en Leganés para comprobar la relación laboral del acusado, y que tras examinar con brevedad la mochila, la requisaron. El testigo explicó que trasladó esta mochila de Alcorcón a un polígono de Leganés. Supo que estaba detenido después de ver su imagen en la televisión. Fue entonces cuando llamó la Policía.
 
Félix Román indicó también que tras examinar superficialmente el contenido de la mochila, guardó la bolsa en la garita que utilizaban los empleados para cambiarse de ropa, y precisó que ésta permanecía cerrada bajo llave.
 
La situación de El Harrak es bastante peculiar. Pese a ser uno de los principales procesados en el juicio del 11-M, y a pesar de las graves acusaciones que pesan contra él, está en libertad. Un error del juez Del Olmo y la fiscal Olga Sánchez, que no pidieron su prisión preventiva, provocó que la juez Teresa Palacios le dejara libre en mayo de 2006; ya había cumplido los dos años en prisión preventiva. Tiene retirado el pasaporte, no puede salir de la Comunidad de Madrid y dos veces al día debe presentarse en comisaría. Un amplio dispositivo policial controla sus pasos.
 
Trashorras encargó placas de matrícula
 
Por su parte, Manuel Ángel Menéndez, testigo que declaró a continuación y que realizaba trabajos esporádicos para el acusado José Emilio Suárez Trashorras, confirmó que acudió a la empresa Recambios del Norte por encargo del ex minero para solicitar unas placas de matrícula.
 
Explicó que ya había hecho en ocasiones anteriores "algún trabajo" para Trashorras o su ex cuñado, el también acusado Antonio Toro, y dijo que en aquella ocasión el asturiano le entregó un "justificante de Tráfico" para que lo presentara en la empresa. El documento –una solicitud para cuestiones varias de la Dirección General de Tráfico–que fue mostrado a la sala, era "el original", indicó Menéndez.
 
Dijo, además, que no supo hasta que se lo comunicó la policía que las placas eran para un coche Toyota Corolla, el vehículo que presuntamente se utilizó para transportar el último envío de dinamita de Avilés a Madrid.

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