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Los agentes que tomaron declaración a la dueña del Toyota no saben explicar por qué no se incorporó al sumario

Uno de los primeros en declarar en la última sesión de la semana ha sido un agente de la Guardia Civil presente en la toma de declaración a la dueña del Toyota Corolla. A este coche le habían doblado la matrícula supuestamente para trasladar los explosivos. La propietaria ratificó este martes lo publicado por El Mundo: que la Benemérita la interrogó sobre Suárez Trashorras y El Chino seis días antes de los atentados y que tras el 11-M declaró dos veces ante la Policía. Al juez Del Olmo no le llegó la declaración en la que hacía referencia al ex minero y el árabe. Este miércoles varios testigos que tomaron esa declaración no han sabido explicar por qué; tampoco han aclarado los motivos por los que volvió a ser llamada a declarar. 

Uno de los primeros en declarar en la última sesión de la semana ha sido un agente de la Guardia Civil presente en la toma de declaración a la dueña del Toyota Corolla. A este coche le habían doblado la matrícula supuestamente para trasladar los explosivos. La propietaria ratificó este martes lo publicado por El Mundo: que la Benemérita la interrogó sobre Suárez Trashorras y El Chino seis días antes de los atentados y que tras el 11-M declaró dos veces ante la Policía. Al juez Del Olmo no le llegó la declaración en la que hacía referencia al ex minero y el árabe. Este miércoles varios testigos que tomaron esa declaración no han sabido explicar por qué; tampoco han aclarado los motivos por los que volvió a ser llamada a declarar. 

(LIbertad Digital) El secretario de la instrucción por la que se tomó declaración a la dueña del Toyota Corolla no sabe por qué no se aportó al sumario su primera declaración policial en la que hacía referencia a un interrogatorio previo al 11-M sobre Suárez Trashorras y El Chino. Según este testigo, la declaración sí que se aportó por escrito al instructor general del atestado.

Sin embargo, según explicó, no se grabó en un disco duro porque ese día "había problemas con las conexiones de los ordenadores" pero sí se imprimieron copias. Hasta este martes, cuando escuchó el testimonio de la dueña del Toyota, no supo que le habían vuelto a llamar para que declarara de nuevo. En esa ocasión ya no le preguntaron por el ex minero y el árabe. Esta declaración sí que fue incorporada al sumario. La explicación que aportó la Unidad Central de Información Exterior para justificar la segunda declaración fue que había habido un error en la grabación y que, al no constar la primera, había que repatirla.

Sin embargo, los testigos han desmontado este argumento. Al menos tres han confirmado que la primera declaración de la dueña del Toyota figuraba por escrito, "en cinco o seis copias".

También declaró, en calidad de testigo, una trabajadora de RENFE que el día de los atentados realizaba su jornada laboral en las taquillas expendedoras de la estación de Alcalá de Henares (tren de cercanías) con turno de seis de la mañana a dos de la tarde. Entorno a las siete, recordó, se encontraba en su puesto laboral cuando uno de los clientes le llamó particularmente la atención por llevar una bufanda, una gorra y la boca tapada con una "braga" sin que hiciera demasiado frío.
 
Dijo que con esa persona, a la que sólo se le veía la nariz, se tardó más de lo normal porque "no nos entendíamos bien". Con la "braga" en el rostro le pidió billetes, le hizo varias preguntas y finalmente decidió cambiar de destino. "Todo eso me pareció inusual y se lo comenté a mi compañero", explicó. Para pedir los billetes, recuerda, utilizó un "castellano normal", sin acento extranjero. Además, dijo que no puede precisar si era moreno, moreno-claro, árabe o sudamericano porque sólo se le veía "la nariz". Finalmente, recordó que no llevaba mochila alguna.



La sesión del juicio se abrió con la declaración de uno de los guardia civiles que realizaron en junio de 2004 una inspección en Mina Conchita. Durante el registro de las instalaciones localizaron, indicó el testigo, cuatro bolsas de dinamita ocultas debajo de un cartón en una de las galerias. Se trataba, especificó de dos bolsas de 2,5 kilos de Goma 2 ECO y otras dos del mismo peso de Goma 2 EC.

El agente relató que recorrieron la explotación recogiendo "muestras de tierra" y tornillería. "Levantamos un cartón y de forma casual encontramos el explosivo", dijo y añadió que también localizaron "detonadores metálicos". Algunas de las bolsas estaban abiertas y otras cerradas, destacó.
 
Además, el guardia civil indicó que en otro nivel de la mina hallaron "cartuchos desperdigados de Goma 2 EC", que se encontraban en mal estado. Según indicó, el director facultativo de Mina Conchita, Roberto Pérez, que les acompañaba se mostró "sorprendido".
 

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