LD (Beatriz Mesa) Al grito de "Alá es grande" o "No hay otro Dios que Alá" arrancaba oficialmente la campaña electoral en Marruecos con el primer mitin de los islamistas del Partido Justicia y Desarrollo (PJD). Este partido que se trata de la alternativa al régimen de Mohamed VI y que se presenta moderado en el aspecto político, conservador en lo social y liberal en el ámbito económico, tiene cada vez más visos de alcanzar el Gobierno como apuntan los escasos sondeos hasta ahora conocidos. Pero aún no ha dejado claro cuales serán sus verdaderas intenciones si definitivamente forma parte del escenario político.
Esa incógnita no fue despejada este domingo por su líder, el integrista Saad Edine el Othmani, quien se mostró henchido de felicidad y optimismo de cara a las elecciones marroquíes del 7 de septiembre. Está convencido de que ganará porque "es tiempo de revolución contra la corrupción; contra el clientelismo".
Con un tono agresivo, El Othmani le pidió al reino alauita que respetara los resultados electorales e insistió en que "el PJD no va a ser ni el segundo, ni el tercero, sino el primero". A su juicio la democracia "no es algo táctico, sino una estrategia". Sus palabras eran interrumpidas por los simpatizantes que aprovechaban cualquier momento de exaltación para gritar frases como "hoy o mañana, la llegada al poder del PJD es imprescindible".
Por supuesto, el himno nacional y los lemas alusivos al emblema de la formación- un candil con luz que representa la búsqueda del camino tradicional- encontraron su espacio durante todo el mitin que se celebró en Casa Blanca, en un muy modesto polideportivo que llegó a acoger casi a un millar de personas donde ni siquiera el calor asfixiante frenó a los ciudadanos en sus reivindicaciones reformistas y en sus cánticos del Corán.
Por su parte, la coalición gubernamental, para quienes los islamistas son una amenaza porque podrían desestabilizar el país y desbancar del poder a algunos de sus aliados, no está dispuesta a estrechar lazos con la formación de Othami porque asegura "los programas son completamente opuestos".
El Othami no pudo ocultar su resentimiento hacia algunos partidos políticos marroquíes que "quisieron excluir al PJD del juego político después de los atentados del 16 de mayo". En su mitin agregó que "intentaron llevar adelante ideas de exclusión y dictadura". Además del terrorismo, un asunto clave en Marruecos para el que piden "investigación y así conocer los orígenes y el por qué la gente se convierte en `bomba humana´", las causas palestina e Irak centraron parte del discurso de El Othamni.
Casi al final de su discurso, el líder del PJD aseguró –sin que esto significara sobresalto alguno entre las mujeres ataviadas al igual que los hombres por el tradicional yihab– que pedirá al Parlamento la incorporación de la `sharía´ (ley islámica) a la Constitución como fuente de todas las leyes. Esa propuesta que no resulta nada novedosa en Marruecos, pues según el líder del PJD durante los años noventa los partidos del bloque democrático solicitaron a Hassan II la inclusión de la ley fundamental marroquí.