(Libertad Digital) En el informe anual, que defiende un mismo marco para todo EEUU, se centra en cuatro objetivos. El primero es prevenir e interceptar atentados terroristas. "Nosotros estamos trabajando para prohibir la entrada al país de terroristas y armas relacionadas con elementos terroristas" resume una nota sobre el informe que se puede encontrar en la página web de la Casa Blanca.
El segundo, "proteger a la sociedad norteamericana, nuestras críticas infraestructuras y nuestros recursos". En el texto se asegura que se debe "minimizar las consecuencias de un ataque o un desastre que pueda ocurrir". En el tercer lugar, se encuentra precisamente "responder y reconstruir los incidentes". El cuarto y último objetivo es "continuar reforzando las bases que aseguran nuestro éxito a largo plazo". Así las cosas, se aseguran que se deberá hacer hincapié en "los principios, sistemas, estructuras e instituciones" relacionadas con la seguridad estadounidense.
Respecto a la estrategia, la administración Bush piensa que la seguridad de EEUU no puede descansar en "aproximaciones defensivas" pues se reconoce que no se puede abandonar las líneas defensivas en el interior y en el exterior del país.
En el informe sobre el estado de la seguridad nacional, también, se hace mención a la importancia de mantener el difícil equilibrio entre la garantía de la seguridad nacional y las libertades fundamentales. Y anuncia nuevas reformas en la "Foreign Intelligence Surveillance Act" de 1978, una ley federal que regula los procedimientos físicos y electrónicos de recogimiento de información de inteligencia en el extranjero.
En todo caso, en el texto se felicitan por el "extraordinario progreso" realizado por las fuerzas de seguridad estadounidenses a la hora de interceptar múltiples y potenciales tramas terroristas que querían volver a golpear el país.