L D (EFE) Casi todo el partido estuvo controlado por la tenista de Lieja, que tras un mal comienzo, aprovechó los errores de Ivanovic, se adjudicó el primer set y, cuando dejó escapar una clara ventaja en el segundo, se sobrepuso y logró clasificarse para la final del último torneo femenino del año. Los errores que tuvo en el saque -hasta nueve dobles faltas en todo el partido- los suplió con seis roturas de servicio. Después de un inicio de partido bastante igualado, con las dos tenistas jugando un tenis muy agresivo, como les caracteriza, la balanza comenzó a inclinarse a favor de la número uno del mundo cuando Ivanovic, que había arrebatado un juego a Henin y marchaba con 2-0 a favor, perdió el tercer juego y desaprovechó hasta cinco bolas de ruptura en el cuarto para volver a tomar ventaja.
Ante la mejor tenista del circuito, desaprovechar este tipo de concesiones puede llevar a la ruina. A partir de ahí, la serbia, muy tocada mentalmente, algo de lo que ya dio muestras en su derrota en la pasada final de Roland Garros ante su rival de hoy (6-1 y 6-2), perdió la concentración y se sintió inferior en todo momento. Sólo las dobles faltas de Henin -hasta cinco en el primer set- le permitió perder la primera manga por 6-4. Sin duda, la segunda semifinal del Sony Ericsson WTA Tour fue el partido más duro de todo el torneo para Henin, que hasta ahora se había paseado en los tres partidos de la fase de grupos. En ellos, jugó un tenis formidable, pero hoy, además, tuvo que apretar los dientes ante una rival muy ambiciosa, pero que se desespera rápidamente cuando las cosas no van bien.
Henin aprovechó esa debilidad para crecerse y forzar los errores de su rival. Así transcurrió el segundo set, en el que la belga rompió el servicio de Ivanovic dos veces y con un 3-0 a favor se relajó, comenzó a jugarse puntos arriesgados y siguió fallando en el saque, algo extraño en ella. Fruto de esa relajación de la belga, el partido dio un giro inesperado. Ivanovic, que nunca se dio por vencida, se sobrepuso y consiguió igualar el set a tres con dos rupturas de saque. Pero en el siguiente juego, Henin, que siempre se sintió más cómoda al resto que al servicio, volvió a aumentar la intensidad y, gracias a un gran golpeo de revés, retomó su ventaja, que ya no perdió hasta el final.
Ante la mejor tenista del circuito, desaprovechar este tipo de concesiones puede llevar a la ruina. A partir de ahí, la serbia, muy tocada mentalmente, algo de lo que ya dio muestras en su derrota en la pasada final de Roland Garros ante su rival de hoy (6-1 y 6-2), perdió la concentración y se sintió inferior en todo momento. Sólo las dobles faltas de Henin -hasta cinco en el primer set- le permitió perder la primera manga por 6-4. Sin duda, la segunda semifinal del Sony Ericsson WTA Tour fue el partido más duro de todo el torneo para Henin, que hasta ahora se había paseado en los tres partidos de la fase de grupos. En ellos, jugó un tenis formidable, pero hoy, además, tuvo que apretar los dientes ante una rival muy ambiciosa, pero que se desespera rápidamente cuando las cosas no van bien.
Henin aprovechó esa debilidad para crecerse y forzar los errores de su rival. Así transcurrió el segundo set, en el que la belga rompió el servicio de Ivanovic dos veces y con un 3-0 a favor se relajó, comenzó a jugarse puntos arriesgados y siguió fallando en el saque, algo extraño en ella. Fruto de esa relajación de la belga, el partido dio un giro inesperado. Ivanovic, que nunca se dio por vencida, se sobrepuso y consiguió igualar el set a tres con dos rupturas de saque. Pero en el siguiente juego, Henin, que siempre se sintió más cómoda al resto que al servicio, volvió a aumentar la intensidad y, gracias a un gran golpeo de revés, retomó su ventaja, que ya no perdió hasta el final.
Sharapova da un repaso a Chakvetadze y se mete en la final
Maria Sharapova volvió a mostrar su mejor versión en el Masters Femenino de tenis al imponerse a su compatriota y debutante en el torneo, Anna Chakvetadze, por un claro y contundente 6-2 y 6-2, por lo que se convierte en la primera finalista del último torneo femenino del año. El duelo entre rusas, entre la maestra Sharapova y la alumna Chakvetadze, no tanto por la edad, ya que ambas tienen apenas 20 años, sino por el recorrido y los éxitos de cada una en el circuito, cayó del lado de la más experimentada, quien cada día que pasa gana confianza y empieza a parecerse a la que un día alcanzó el número uno mundial -en 2005-. Lástima que sólo se haya podido ver a la mejor Sharapova en el último torneo del año.
Sharapova llegaba al encuentro con la moral por las nubes después de haber conseguido tres victorias en otros tantos partidos en la fase de grupos, y además de forma brillante, sobre todo la remontada -el jueves- sobre la número dos, su compatriota Svetlana Kuznetsova, a partir de lo cual ha tomado vuelo y ya es una seria aspirante a ocupar el trono del tenis femenino mundial. Chakvetadze, en cambio, llegaba con algo más de dudas, no tanto por su juego, suelto y valiente, sino porque, como ella reconoció, tuvo "suerte" en el segundo partido con la retirada de la estadounidense Serena Williams por una lesión de rodilla, y en el tercero, cuando se enfrentó a una Jelena Jankovic que "no está en su mejor forma". En el primero, Henin le ganó bien (6-1 y 7-6 (4)).
De nada sirvió a Chavektadze disponer de un día más de descanso para afrontar el encuentro de semifinales en su debut en el Masters femenino, porque Sharapova está como un torbellino. Atrás queda ya su lesión en el hombro derecho que le ha impedido competir al máximo nivel durante toda la temporada y que le privado de disputar muchos torneos. Pero ahora, cuando el hombro de la de Siberia está en condiciones óptimas, marca diferencias, porque es el saque con ese mismo brazo derecho su principal virtud. Así lo demuestra el hecho de que Chakvetadze no logró romperle ningún servicio. Así, en tenis es casi imposible ganar. La presión de verse en las semifinales en su primera participación pudo afectarle.
Pese a todo, la debutante en el Sony Ericsson WTA Tour tuvo un punto de ruptura en el segundo juego del primer set, sin embargo, no lo aprovechó y recibió un duro golpe cuando, en el tercer juego, Sharapova le arrebató el saque. Esa ruptura, junto con la del quinto juego, permitió a la siberiana anotarse el set por (6-2). Sharapova no sólo se mostró intratable en el servicio, siempre potente -aunque comenzó el encuentro fallando muchos primeros-, sino que además restó de forma magistral y se anotó grandes puntos ganadores tanto en el golpeo de derecha como de revés. Todo le salió bien, mientras Chakvetadze mostraba su desesperación a cada punto fallado.
El segundo set fue coser y cantar para Maria, sobre todo después de romper el servicio a su compatriota en el primer juego, lo que le dio vía libre para rematar a una desmoralizada Chakvetadze, a la que ya no le salía nada y casi entregó el partido. Todo fue demasiado rápido en la segunda y definitiva manga. La superioridad se Sharapova era evidente en todos los aspectos. Su victoria rápida -en 74 minutos- no hace sino aumentar sus números a favor en sus choques con Chakvetadze. Todos sus enfrentamientos -con el de hoy, seis en total- han caído del lado de la siberiana, los tres últimos este mismo año: en los cuartos de final del Abierto de Australia y de Roland Garros, y en las semifinales del torneo de San Diego, el único que ha ganado en toda la temporada, concretamente a la suiza Patty Schnyder.
Maria Sharapova volvió a mostrar su mejor versión en el Masters Femenino de tenis al imponerse a su compatriota y debutante en el torneo, Anna Chakvetadze, por un claro y contundente 6-2 y 6-2, por lo que se convierte en la primera finalista del último torneo femenino del año. El duelo entre rusas, entre la maestra Sharapova y la alumna Chakvetadze, no tanto por la edad, ya que ambas tienen apenas 20 años, sino por el recorrido y los éxitos de cada una en el circuito, cayó del lado de la más experimentada, quien cada día que pasa gana confianza y empieza a parecerse a la que un día alcanzó el número uno mundial -en 2005-. Lástima que sólo se haya podido ver a la mejor Sharapova en el último torneo del año.
Sharapova llegaba al encuentro con la moral por las nubes después de haber conseguido tres victorias en otros tantos partidos en la fase de grupos, y además de forma brillante, sobre todo la remontada -el jueves- sobre la número dos, su compatriota Svetlana Kuznetsova, a partir de lo cual ha tomado vuelo y ya es una seria aspirante a ocupar el trono del tenis femenino mundial. Chakvetadze, en cambio, llegaba con algo más de dudas, no tanto por su juego, suelto y valiente, sino porque, como ella reconoció, tuvo "suerte" en el segundo partido con la retirada de la estadounidense Serena Williams por una lesión de rodilla, y en el tercero, cuando se enfrentó a una Jelena Jankovic que "no está en su mejor forma". En el primero, Henin le ganó bien (6-1 y 7-6 (4)).
De nada sirvió a Chavektadze disponer de un día más de descanso para afrontar el encuentro de semifinales en su debut en el Masters femenino, porque Sharapova está como un torbellino. Atrás queda ya su lesión en el hombro derecho que le ha impedido competir al máximo nivel durante toda la temporada y que le privado de disputar muchos torneos. Pero ahora, cuando el hombro de la de Siberia está en condiciones óptimas, marca diferencias, porque es el saque con ese mismo brazo derecho su principal virtud. Así lo demuestra el hecho de que Chakvetadze no logró romperle ningún servicio. Así, en tenis es casi imposible ganar. La presión de verse en las semifinales en su primera participación pudo afectarle.
Pese a todo, la debutante en el Sony Ericsson WTA Tour tuvo un punto de ruptura en el segundo juego del primer set, sin embargo, no lo aprovechó y recibió un duro golpe cuando, en el tercer juego, Sharapova le arrebató el saque. Esa ruptura, junto con la del quinto juego, permitió a la siberiana anotarse el set por (6-2). Sharapova no sólo se mostró intratable en el servicio, siempre potente -aunque comenzó el encuentro fallando muchos primeros-, sino que además restó de forma magistral y se anotó grandes puntos ganadores tanto en el golpeo de derecha como de revés. Todo le salió bien, mientras Chakvetadze mostraba su desesperación a cada punto fallado.
El segundo set fue coser y cantar para Maria, sobre todo después de romper el servicio a su compatriota en el primer juego, lo que le dio vía libre para rematar a una desmoralizada Chakvetadze, a la que ya no le salía nada y casi entregó el partido. Todo fue demasiado rápido en la segunda y definitiva manga. La superioridad se Sharapova era evidente en todos los aspectos. Su victoria rápida -en 74 minutos- no hace sino aumentar sus números a favor en sus choques con Chakvetadze. Todos sus enfrentamientos -con el de hoy, seis en total- han caído del lado de la siberiana, los tres últimos este mismo año: en los cuartos de final del Abierto de Australia y de Roland Garros, y en las semifinales del torneo de San Diego, el único que ha ganado en toda la temporada, concretamente a la suiza Patty Schnyder.