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Musharraf se niega a levantar el estado de excepción en Pakistán

El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, aseguró que no levantará el estado de excepción a pesar de las reiteradas solicitudes que en ese sentido le ha cursado la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice. Musharraf afirmó que la medida servirá para celebrar elecciones generales "sin incidentes". Washington continuará presionando y para ello enviará a John Dimitri Negroponte para negociar directamente con el presidente paquistaní. En Lahore, Karachi, Peshawar y Quetta, cientos de periodistas se han manifestado contra las restricciones gubernamentales  impuestas a los medios de comunicación.

El presidente de Pakistán, Pervez Musharraf, aseguró que no levantará el estado de excepción a pesar de las reiteradas solicitudes que en ese sentido le ha cursado la secretaria de Estado de EEUU, Condoleezza Rice. Musharraf afirmó que la medida servirá para celebrar elecciones generales "sin incidentes". Washington continuará presionando y para ello enviará a John Dimitri Negroponte para negociar directamente con el presidente paquistaní. En Lahore, Karachi, Peshawar y Quetta, cientos de periodistas se han manifestado contra las restricciones gubernamentales  impuestas a los medios de comunicación.
LD (EFE) En una entrevista publicada este miércoles en el periódico The New York Times, el presidente de Pakistán, Pervez Musharraf , ha rechazado la petición de EEUU de que levante el estado de excepción declaro el 3 de noviembre. Musharraf dijo: "discrepo totalmente con ella", en alusión a las reiteradas solicitudes lanzadas por la secretaria de Estado de EEUU, Condoleeza Rice.
 
Musharraf explica que "el estado de excepción está para asegurar que las elecciones se desarrollen sin incidentes". Además, afirmó que la medida cuenta con amplio apoyo popular ya que hace frente a la ola de atentados suicidas que ha sacudido Pakistán últimamente. Incluso, aseguró que la única crítica que han tenido "varias organizaciones" paquistaníes ha consistido en el preguntar "por qué he tardado tanto" en tomar esa medida.
 
En cambio, Musharraf indicó que sí ha asumido el consejo de Bush para que abandone la jefatura del Ejército y se limite a ejercer como jefe de Estado civil. Ese paso "se dará dentro de poco", adelantó.
 
El presidente rechazó el llamamiento de la líder opositora Benazir Bhutto para que dimita, porque, según dijo, "ella no tiene derecho" a pedirlo. Lamentó que su rival, con quien negociaba un reparto del poder antes de la imposición del estado de excepción, haya abandonado el "proceso de la reconciliación" a favor del "enfrentamiento".
 
Negroponte de viaje
 
El "número dos" del Departamento de Estado de EEUU, John Dimitri Negroponte, llegará a Islamabad para instar al presidente Pervez Musharraf a que ponga fin al estado de excepción  y celebre elecciones. Tom Casey, uno de los portavoces del departamento, mencionó que será improbable que se entreviste con la ex primera ministra paquistaní Benazir Bhutto, ya que no se encuentra en la capital.
 
Casey explicó que por el momento se desconoce si Negroponte y Musharraf se reunirán y añadió que "seguimos queriendo que se celebren elecciones; seguir adelante de una manera transparente, libre y justa y que se levante el estado de excepción". Este domingo, Musharraf aseguró que convocaría elecciones antes del 9 de enero, aunque no aclaró si antes levantaría el estado de excepción que impuso hace diez días alegando el aumento de la violencia extremista y la injerencia del poder judicial en la tarea del Gobierno.
 
Periodistas a la calle
 
En tanto, periodistas de Lahore, Karachi, Peshawar y Quetta han salido a las calles para protestar contra las restricciones gubernamentales  impuestas a los medios de comunicación en virtud del estado de excepción. Las concentraciones también exigieron la reinstauración de las emisiones por cable de varios canales privados, bloqueadas desde hace once días.
 
Las protestas transcurrieron en medio de una fuerte presencia policial y con relativa calma, excepto en la localidad de Lahore (este), donde hubo algunos enfrentamientos entre los periodistas y la Policía en los que resultaron contusionados dos cámaras. En Karachi (sur), los periodistas protestaron con una huelga de hambre en el club de prensa de la ciudad, mientras que en Peshawar (norte) y Quetta (oeste) hubo concentraciones de periodistas que transcurrieron en medio de una gran presencia policial.
 
Los medios de comunicación paquistaníes sufren restricciones desde hace once días, cuando de forma paralela a la declaración del estado de excepción se bloquearon las transmisiones por cable de los canales privados de información. También se estableció un código de conducta que prohibía la publicación de informaciones que "difamen, pongan en ridículo o afecten a la reputación" del jefe del Estado, de los miembros de las fuerzas armadas o las instituciones.

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