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La huelga de trenes en Francia se intensifica en su quinto día

El transporte ferroviario y urbano en París se mantiene fuertemente alterado por quinto día consecutivo debido a la huelga en contra de la reforma de los regímenes especiales de pensiones, cuya evolución sopesan los sindicatos y el Gobierno. Mientras los primeros se encuentran divididos, Sarkozy confirma su determinación: No es negociable el principio de reforma. Mientras, en Alemania el tráfico ferroviario regresa poco a poco a la normalidad.

L D (Agencias) Las asambleas generales de los diferentes sindicatos de empresas públicas de los transportes y la energía acordaron el pasado viernes que el paro se prolongaría durante todo el fin de semana, para mantener la presión contra la intención del Gobierno de modificar el modelo de pensiones de los trabajadores del sector, que afecta a medio millón de personas. El paro comenzó el miércoles pasado y esa misma noche el Gobierno ofreció una negociación de un mes a los directivos de las empresas públicas y a los sindicatos en un gesto que éstos apreciaron y que pareció iba a abrir la vía a una pronta solución del conflicto.
 
Sin embargo, la negociación no ha empezado, por lo que el Ejecutivo se reserva el derecho a aplicar su proyecto de reforma, que afecta a medio millón de trabajadores y que implica pasar de 37,5 a cuarenta años el tiempo de cotización para tener una pensión de jubilación. Los sindicatos reclaman un primer encuentro tripartito que establezca el marco de las negociaciones en las diferentes empresas afectadas, que son del transporte y la energía, más algún sector añadido, como el de los notarios. Por su parte, el Gobierno ha condicionado la apertura del diálogo a una vuelta al trabajo, lo que los sindicatos no admiten para mantener la presión.
 
Aunque las direcciones de las centrales parecen proclives al diálogo, las bases han manifestado en asambleas su deseo de mantener el paro. Con el paso de los días el seguimiento de la huelga entre los empleados se reduce progresivamente, pero los que se mantienen son el sector más duro y recalcitrante. Varios analistas consideran que frente a esa actitud de mantener el paro, el Gobierno ha optado por dejar hacer, con la esperanza de que el movimiento se desinfle hasta agotarse.
 
Sindicatos divididos
 
A ello se añade el hecho de que, según diferentes encuestas, la huelga es cada vez más impopular entre los ciudadanos. Un factor que unos y otros sopesan es que el 20 de noviembre está convocado un paro en el sector de los funcionarios, que protestan por lo que consideran una pérdida de poder adquisitivo. La confluencia de ambas movilizaciones es un elemento de difícil interpretación, ya que podría perjudicar la imagen de los sindicatos pero también trasladar la impresión de una protesta cada vez más amplia contra el Ejecutivo.
 
En el frente sindical se ha abierto una fisura, ya que una de las siete centrales convocantes en los ferrocarriles, la CFDT, ha declarado que desea la suspensión de la huelga y el inicio inmediato de negociaciones. Según el Ministerio de Economía, cada día de esta huelga supone una pérdida de cuatrocientos millones de euros.
 
El tráfico ferroviario recupera la normalidad en Alemania
 
Mientras, el tráfico ferroviario regresa poco a poco a la normalidad en Alemania tras una huelga de tres días calificada la pasada jornada por el presidente del sindicato de maquinistas (GMT), Manfred Schell, de "muy exitosa". "Estamos contentos. El resultado de esta huelga ha sido un éxito", declaró Schell tras concluir la huelga, la más larga de la historia de los ferrocarriles en este país. Las razones que impulsaron la movilización siguen sin embargo pendientes en tanto que la patronal, en este caso la empresa estatal Deutsche Bahn, no ha respondido a las demandas salariales de GMT.

Schell confirmó que el próximo martes el sindicato decidirá como continuar y eso incluye la huelga indefinida en el supuesto de que Deutsche Bahn, empresa que el Gobierno privatizará, no presente una nueva oferta de negociación. El próximo encuentro entre el sindicato y la dirección de Deutsche Bahn será mañana, domingo, en un programa de debate político de la cadena de televisión pública ARD, al que están invitados Schell y la directora de Personal, Margret Suckale.
 
El Instituto alemán para la Investigación Económica (DIW) cifró los costes diarios de la huelga en el transporte ferroviario de mercancías en 50 millones de euros (73 millones de dólares). Desde julio el sindicato GDL convoca huelgas para presionar a Deutsche Bahn y lograr un convenio colectivo diferenciado del resto de los empleados de la empresa, además de mejoras salariales para los maquinistas que tienen un salario bruto de 2.500 euros.

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