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Trapero y Centeno participaban en una operación especial para detener a Txeroki

Los agentes del Guardia Civil, Trapero y Centeno asesinados por ETA, estaban en Francia participando en una operación especial para detener al sanguinario terrorista Txeroki junto a otros militantes de la banda asesina. Según desvela el diario El Mundo, habían llegado a instalar cámaras en una "zona caliente" y comentaban el dispositivo policial en el momento en el que los terroristas les detectaron y, posteriormente, asesinaron. Concretamente, el operativo hispano-francés en el que trabajaban Trapero y Centeno ya se encontraba en su "última fase" y su objetivo prioritario era la captura de Txeroki.

Los agentes del Guardia Civil, Trapero y Centeno asesinados por ETA, estaban en Francia participando en una operación especial para detener al sanguinario terrorista Txeroki junto a otros militantes de la banda asesina. Según desvela el diario El Mundo, habían llegado a instalar cámaras en una "zona caliente" y comentaban el dispositivo policial en el momento en el que los terroristas les detectaron y, posteriormente, asesinaron. Concretamente, el operativo hispano-francés en el que trabajaban Trapero y Centeno ya se encontraba en su "última fase" y su objetivo prioritario era la captura de Txeroki.
(Libertad Digital) El etarra Garikoitz Azpiazu, Txeroki, considerado jefe militar de la bada terrorista, estaba cercado por los agentes de Francia y España y, según apunta El Mundo, "el círculo se iba a cerrar este fin de semana".
 
En el operativo, para detener al que definían como "El Indio", estaban participando tanto Fernando Trapero (de 24 años) como Raúl Centeno (de 23), ambos pertenecientes al Gurpo de Apoyo Operativo (GAO) que se dedicaba a labores tecnológicas tales como aparatos de rastreo, escuchas telefónicas y cámaras de vigilancia. No portaban armas de ningún tipo.
 
Según desvela el diario de Pedro J. Ramírez, Centeno y Trapero comentaban pesquisas de la investigación cuando fueron a tomar un café al restaurante "Les Ecumillles" sin percatarse que, justo en la mesa de al lado, se encontraban tres miembros de ETA que después les asesinarían.

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