L D (EFE) Ronaldinho, acostumbrado a quedarse en el gimnasio en las sesiones de recuperación o a dar por finalizadas las mismas cuando él lo consideraba oportuno, aceptó las órdenes del técnico de mala gana y, con semblante serio y aire displicente, se dispuso a completar los ejercicios físicos.
Frank Rijkaard, no contento con la actitud del jugador, incluso se acercó corriendo hacia él para que aumentara la intensidad en estos últimos minutos de entrenamiento, mientras el delantero hacía como si las consignas de su técnico no fueran con él.
Cabe recordar que Ronaldinho recuperó la titularidad la pasada jornada de Liga ante el Deportivo de La Coruña. El brasileño marcó de penalti el empate (1-1), pero su actuación global volvió a ser más bien discreta, lo que le podría llevar de nuevo al banquillo en el próximo encuentro de la Liga de Campeones ante el Stuttgart.