L D (EFE) La concentración había sido prohibida y la policía actuó como dique de contención para evitar que los manifestantes acudiesen a la plaza donde se habían dado cita los miembros del principal partido de la oposición ODM. Los agentes usaron camiones cisterna y granadas lacrimógenas para disolver a los manifestantes.
Dadas estas condiciones, los dirigentes del Movimiento Democrático Naranja, que reivindica su victoria en el 27-D, se vieron obligados a aplazar la manifestación para el próximo martes.
Por otra parte, en la barriada pobre de Kibera, a las afueras de Nairobi, bastión de la oposición, la policía ha montado cordones de seguridad para impedir que los vecinos de ese sector acudan a dicha concentración.
Mientras, en la sede de la ODM, el máximo líder del grupo, Raila Odinga, está reunido con la cúpula del partido, conocida como el "pentágono", y para después está anunciada una rueda de prensa.
En la sede de la ODM se encontraba hoy el Premio Nobel de la Paz sudafricano Desmond Tutu, arzobispo anglicano emérito de Ciudad del Cabo, quien calificó como "horrible" la situación que está viviendo Kenia a raíz de los comicios.
"He venido para expresar nuestra solidaridad con los hermanos y hermanas de Kenia", dijo Desmond Tutu.
La ODM asegura que el presidente keniano, Mwai Kibaki, que aspiraba a su reelección, fue proclamado vencedor de los comicios con un millón de votos fraudulentos, y reclama su victoria en las elecciones, las más disputadas en la historia de Kenia.
El acto convocado en el parque Uhuru iba a servir para que Odinga se proclamara "presidente del pueblo", en contraste con el juramento como jefe de Estado, en su segundo mandato, que cumplió Kibaki una hora después de que se anunciaran los resultados del escrutinio.
Cerca de 300 personas han muerto en los disturbios que se han registrado en Kenia desde el sábado pasado, ya sea por choques políticos o tribales o al reprimir la policía y el Ejército las protestas de la oposición.