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Identifican un mecanismo cerebral que provoca la búsqueda desesperada de droga

A través de experimentos con ratones drogadictos, un grupo de investigadores han demostrado el funcionamiento del circuito cerebral que conduce a un adicto a buscar su dosis de forma desesperada. Además, otro estudio advierte que fumar porros puede provocar la pérdida de dientes.

Fumar cannabis aumenta el riesgo de padecer una enfermedad periodontal


Se caracteriza por una inflamación que puede extenderse a áreas profundas de los tejidos dentales y causa pérdida de tejido conectivo de apoyo y una posible pérdida de los dientes.


LD (Agencias) Según recoge la agencia Azprensa, los Investigadores de la Universidad de Cambridge en Reino Unido, que publican su descubrimiento en la revista Neuron , han identificado en experimentos en ratas el cambio en el circuito cerebral que conduce al desarrollo de la compulsión en la búsqueda de drogas, incluso cuando tal actitud es autodestructiva. Los investigadores, que publican su descubrimiento en la revista 'Neuron', demostraron el funcionamiento del circuito al desactivar de forma selectiva la conducta de búsqueda de drogas en los animales.

Según señalan los científicos, sus descubrimientos muestran el papel clave de la región cerebral, conocida como estriado, que es una región activada por la recompensa. Para su trabajo el equipo investigador se inspiró en estudios previos que indicaban que cuando la búsqueda de drogas pasa de una conducta dirigida a un objetivo a una compulsión, el control sobre la conducta cambia de la región ventral a la dorsal del estriado.

En sus experimentos, los investigadores entrenaron a las ratas para presionar una palanca para conseguir cocaína, lo que también activaba una señal de luz. Los investigadores manipularon la sincronización entre recibir cocaína y apretar la palanca para inducir a los animales a presionar la palanca de forma compulsiva.

Los científicos descubrieron que cuando utilizaban cirugía y drogas para cortar la conexión funcional entre las dos regiones del estriado, el resultado era una menor conducta de búsqueda de la droga en las ratas, en comparación con ratas en las que no se había realizado tal desconexión nerviosa.

En un segundo grupo de experimentos, los investigadores mostraron que las ratas "desconectadas" no mostraron una menor capacidad para adquirir las respuestas del entrenamiento. Tanto las ratas normales como las desconectadas pudieron aprender a tirar de una cadena para recibir una recompensa de agua azucarada durante todo el tiempo en que la actividad fue reforzada.

Los científicos concluyen que estos resultados demuestran que la conectividad en el estriado es un aspecto clave de la organización funcional del estriado y también un componente importante de los mecanismos neurales complejos que participan en el desarrollo de la adicción a las drogas.

Si fumas porros se te caerán los dientes

Según otro estudio de la Escuela de Medicina de Dunedin en Nueva Zelanda, el uso habitual de marihuana (cannabis) en los adultos jóvenes está asociado con la enfermedad de las encías. La enfermedad periodontal es una de las enfermedades crónicas más comúnes en los adultos. Se caracteriza por una inflamación que puede extenderse a áreas profundas de los tejidos dentales y causa pérdida de tejido conectivo de apoyo y una posible pérdida de los dientes.

El estudio incluía a 903 pacientes que nacieron en Dunedin en 1972 y 1973 y que fueron evaluados de forma periódica en relación al consumo de cannabis a los 18, 21, 26 y 32 años; además, estas personas pasaron por análisis dentales a los 26 y 32 años. La colección de datos más recientes se completó en junio de 2005. Los investigadores clasificaron en tres grupos a los participantes según su exposición al cannabis: ninguna exposición, alguna exposición (entre 1 y 40 episodios de consumo en los años evaluados) y una exposición elevada (más de 41 o más ocasiones de consumo).

A los 32 años, el 29,3 por ciento de los participantes tenía una o más localizaciones de 4 milímetros o más de pérdida de tejido periodontal y un 12,3 por ciento presentaba una o más de estas localizaciones con 5 milímetros o más. La pérdida de nuevo tejido periodontal entre los 26 y los 32 años en no fumadores, ocasionales y de alto consumo fue de un 6,5, un 11,2 y un 23,6 por ciento respectivamente.

Después de tener en cuenta aspectos como el tabaquismo, el sexo, el uso irregular de aseo dental y la placa dental, en comparación con quienes nunca habían fumado cannabis, aquellos del grupo de consumo más elevado tenían un 60 por ciento de mayor riesgo para una o más localizaciones con 4 milímetros o más de pérdida de tejido; unas 3,1 veces más de riesgo de tener una o más localizaciones con 5 milímetros o más; y unas 2,2 veces más de riesgo de tener nuevas pérdidas de tejido.

El tabaquismo se asoció en gran medida con la enfermedad periodontal, pero no existió interacción entre el consumo de cannabis y el consumo de tabaco para predecir la ocurrencia del trastorno.

Según los investigadores, la demostración del estudio de una asociación fuerte entre el consumo de cannabis y la periodontitis antes de los 32 años indica que el consumo a largo plazo de cannabis es perjudicial para los tejidos periodontales y que las medidas de salud pública para reducir la prevalencia de este consumo podrían tener beneficios periodontales para la población.

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