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Banderas y gritos de "¡España!" en el eufórico debut de Gasol con los Lakers en Los Ángeles

Mejor debut no ha podido tener Pau Gasol en el Staples Center de Los Ángeles con la camiseta de los Lakers. El ala-pívot español correspondió a la euforia desatada entre los aficionados con 23 puntos y 6 rebotes en sólo 30 minutos, convirtiéndose en el máximo anotador del encuentro en el que el conjunto de Phil Jackson ha aplastado a los Atlanta Hawks (122-93). En las gradas se podían ver numerosas banderas españolas y pancartas en las que se leía: "Pau, welcome home" o "Problem Gasolved". La 'Gasolmanía' ha llegado a Hollywood.

Gasol: "El apoyo de los aficionados fue clave"
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Mejor debut no ha podido tener Pau Gasol en el Staples Center de Los Ángeles con la camiseta de los Lakers. El ala-pívot español correspondió a la euforia desatada entre los aficionados con 23 puntos y 6 rebotes en sólo 30 minutos, convirtiéndose en el máximo anotador del encuentro en el que el conjunto de Phil Jackson ha aplastado a los Atlanta Hawks (122-93). En las gradas se podían ver numerosas banderas españolas y pancartas en las que se leía: "Pau, welcome home" o "Problem Gasolved". La 'Gasolmanía' ha llegado a Hollywood.
L D (EFE) Difícilmente Pau podía imaginar un debut en su primer partido en Los Ángeles como el que tuvo en la madrugada del miércoles. Los aficionados que asistieron al Staples Center lo recibieron inmersos en una locura generalizada de euforia y entusiasmo. Además, los Lakers aplastaron por 122-93 a los Atlanta Hawks y en el que el español fue el máximo anotador del equipo junto con Bryant con 23 puntos y 6 rebotes. Phil Jackson incluso decidió darle descanso ya que sólo jugo 30 minutos.
 
Decenas de periodistas, entre los que había un número importante de corresponsales y enviados españoles, llegaron para seguir el debut de Gasol, en un partido sin trascendencia deportiva, al tratarse de los Atlanta Hawks, equipo perdedor y sin figuras importantes.

Pero el gran centro de atención era ver juntos, por primera vez, ante los seguidores de los Lakers, la segunda dinastía más importante de la NBA, a Gasol y la gran estrella del equipo, el escolta Kobe Bryant. Pancartas, gritos de apoyo a Pau y algunas frases de "campeones" se pudieron ver y escuchar entre los 18.997 espectadores que llenaban el pabellón

Toda la ilusión y entusiasmo que ha generado Gasol a su llegada a los Lakers, traspasado por Memphis, en una operación que "nadie entiende" dentro de la NBA desde un punto de vista normal, racional y deportivo, fue correspondida por el jugador español con una actuación magistral en el primer cuarto. Antes del encuentro, el nuevo jugador del equipo californiano aseguró a los medios de comunicación que "los Lakers son un equipo de tradición e historia, hay grandes jugadores y Los Ángeles es una ciudad especial. Todo esto se combina para hacerme sentir de maravilla",

El español ganó el salto inicial y tardó 2:33 minutos en anotar sus dos primeros puntos en el Staples Center con la camiseta dorada de los angelinos tras recibir asistencia del base Derek Fisher. Pero eso sólo era el principio. Aunque el primer balón que tocó desembocó en un pase impreciso, el ala-pívot español supo contrarrestar los lógicos nervios de su debut ante el público con más "glamour" de la NBA y no dejó pasar la ocasión para dar toda una lección de movimientos en la zona de los Hawks.

Gasol dejó patente que domina los fundamentos del baloncesto, posee la visión de juego, el movimiento de pies, la velocidad y la coordinación de un alero, y la estatura e intimidación que requieren los hombres altos más determinantes de la liga. Esas virtudes, que supieron aprovechar los aleros Lamar Odom en la pintura y el serbio Vladimir Radmanovic desde el perímetro, sirvieron para que el conjunto angelino pusiera tierra de por medio desde el primer cuarto (32-14) y no volviera a mirar atrás durante el resto del encuentro.

De este modo, concluyó ese periodo con 11 puntos, el máximo anotador de unos Lakers que estiraron la diferencia durante la primera mitad hasta rebasar la cuarentena (28-69), gracias a un inspirado Kobe Bryant, cuya rotura de ligamento en el dedo meñique de la mano derecha no le impidió mantener sus habituales dosis de espectáculo.

El Staples Center se vino abajo tras un pase por la espalda del escolta que culminó Gasol con una penetración a aro pasado. El público vibraba. "Showtime" en estado puro y al descanso un inapelable 73-37 de los Lakers, bueno para los aficionados locales, pésimo para el deporte del baloncesto de la NBA.
 
El déficit en el marcador disminuyó e incluso rozó la veintena de puntos debido en parte a que los Hawks apretaron las clavijas en defensa y, sobre todo, a la relajación de los locales. Incluso Gasol se vio arrastrado por la manifiesta superioridad local y erró algunos tiros sencillos cercanos a la canasta, pero el partido hacía tiempo que estaba finiquitado y Jackson decidió dar descanso a sus figuras durante el último cuarto y foguear a otros miembros de su plantilla.

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