L D (Agencias) El departamento vasco de Interior informó de que la bomba colocada en Guecho estaba compuesta por unos sesenta kilos de amonal y había sido orientada hacia la fachada del Club Marítimo del Abra de Guecho para causar los mayores daños posibles.
Hasta ahora, más de un centenar de personas han acudido a las oficinas habilitadas por el ayuntamiento vizcaíno para atender a los afectados por los destrozos ocasionados en sus viviendas y comercios por este atentado.
Además, según informa en su edición de este martes el diario Deia, las primeras investigaciones de la Ertzaintza han descubierto que el vehículo utilizado como bomba, una Citröen Berlingo –el mismo modelo utilizado en el atentado contra la casa cuartel de Legutiano-Villarral de Álava– pertenecía a una de las empresas de Xabier Izko de la Iglesia, uno de los fundadores de la organización terrorista ETA. Según recuerda el diario próximo al PNV, se le imputó su participación en 1968 en el segundo asesinato cometido por ETA –el del jefe de Policía en Donostia Melitón Manzanas– y fue condenado a muerte en 1970 en el Proceso de Burgos e indultado después por el régimen franquista.
Derribo de la casa cuartel
Por otra parte, como ya lo adelantó en propio alcalde de Legutiano-Villarreal de Álava, la casa cuartel de la Guardia Civil de la localidad alavesa será demolida en breve. Así lo indicaron a Efe fuentes de la Guardia Civil, que precisaron que se seguirá un procedimiento de urgencia para ordenar la demolición del edificio, en el que vivían hasta el día del atentado 29 personas, entre ellas varios niños.
La decisión de demoler el edificio se adopta después de que técnicos del Cuerpo y de los Bomberos hayan examinado a fondo el cuartel, que presenta una imagen de semirruina, con numerosas grietas y el tejado central derrumbado.
El estado del cuartel y el socavón de aproximadamente un metro de profundidad que se abrió en la calzada, junto a la fachada principal del edificio, dan cuenta de la potencia del explosivo utilizado por la organización terrorista, cuya cantidad todavía no se ha determinado con exactitud, aunque las fuentes consultadas apuntan que fueron más de cien los kilos.
La decisión de demoler el edificio se adopta después de que técnicos del Cuerpo y de los Bomberos hayan examinado a fondo el cuartel, que presenta una imagen de semirruina, con numerosas grietas y el tejado central derrumbado.
El estado del cuartel y el socavón de aproximadamente un metro de profundidad que se abrió en la calzada, junto a la fachada principal del edificio, dan cuenta de la potencia del explosivo utilizado por la organización terrorista, cuya cantidad todavía no se ha determinado con exactitud, aunque las fuentes consultadas apuntan que fueron más de cien los kilos.