(Libertad Digital) En la entrevista que concede a La Vanguardia, Soraya Sáenz de Santamaría advierte que “todo el PP considera que Cataluña necesita más y mejor financiación”. Dice que con el gobierno de Aznar, “nos comprometimos y cumplimos”, algo que no ha ocurrido con el socialista. “Zapatero se ha comprometido pero Cataluña no ha visto todavía un euro de esa financiación”.
La portavoz del PP también habla del estado de la Justicia: en su opinión, la nueva y polémica composición del nuevo CGPJ “es muy equilibrada” por lo que cree que “hay que dejarlo trabajar”. “Es un Consejo que necesita del consenso, porque las grandes decisiones lo requerirán”. Afirma que a “la práctica totalidad de los jueces” que lo integran los conoce “a raíz de preguntarles si aceptarían el nombramiento”. Entre estos elogios, hay algún lugar para la crítica. Dice del acuerdo que es bueno, pero “dentro un de un mal procedimiento”, en alusión a la ley de 1985.
Sobre su puesto en el Congreso, dice que lo ha tenido “más difícil” por ser mujer y lamenta que la vicepresidenta del Gobierno ha empezado a “abusar de determinados tics machistas conmigo”. También se pronuncia sobre el debate sobre el aborto abierto por el Gobierno. “Como mujer”, no le gusta que se “frivolice”. Afirma que debería “hacerse de otra manera” estudiando antes “si la ley actual ha funcionado bien”.
En la amable entrevista que también publica El País Semanal con la portavoz, Santamaría afirma, entre otras cosas, que se subió “al autobús de la política porque las cosas hay que vivirlas a tope”. En su opinión, “es el sitio más bonito que ha pisado”. “Acabas sabiendo de todo y te lo cuenta la gente que verdaderamente lo sabe”, afirma.
Desde una férrea defensa de Rajoy, Santamaría defiende lo hecho por su partido en la anterior legislatura. El periodista le pregunta por la Iglesia o por el 11-M. Cuando le cuestiona sobre si ella hubiera “bajado el pistón” en ese asunto, responde que “cada momento tiene su afán”. De la “campaña contra Rajoy” a la que alude el entrevistador, dice que “aquí hay que estar preparado para todo”. Y de la crisis, con episodios como la carta de Elorriaga, confiesa que “hubo mucho movimiento” y “es normal que se produzcan corrimientos”.